Borrón y cuenta nueva, por Emilio Cano

Hoy os presentamos un interesante artículo de opinión escrito por el conocido blogger murciano Emilio Cano. Si os hablo de Emilcar, seguro que sí sabéis de quien os hablo.

Emilio nos desglosa a continuación el cómo Apple sabe avanzar tecnológicamente sin mirar atrás -a veces quizás demasiado-, y cómo el resto de empresas se quedan estancadas en el pasado ofreciendo retrocompatibilidad por mucho tiempo. Es por ello que unas están a la cabeza de la innovación y otras siguiendo la estela de las primeras.

Borrón y cuenta nueva. Un dicho español que hace referencia a cuando se pone fin a una situación anterior para poder continuar hacia adelante sin ataduras. No sé si en los distintos países hispanohablantes es también conocido este dicho.

Apple es una experta en hacer borrón y cuenta nueva. Mientras que los ingenieros de Microsoft luchan en cada versión de Windows por preservar la retrocompatibilidad con Windows XP (y si me apuras con MS-DOS), la gente de Cupertino no ha pestañeado a la hora de dejar atrás los antiguos sistemas operativos cada vez que la situación lo ha requerido.

Pero esos grandes pasos, esas grandes renuncias, son de alguna manera fáciles, parecen naturales. Donde Apple muestra su firme determinación por el progreso en sus sistemas es en los sacrificios que ocurren todos los años.

Con la salida de Snow Leopard, Apple dejó atrás a todos los ordenadores con procesadores Power PC. Toda una generación, anteriormente santo y seña de la marca, quedaba excluida del futuro un 28 de agosto de 2009. Los antiguos anuncios de Apple en los que se ridiculizaba a los procesadores Pentium comparándolos con los Power PC se convertían de pronto en un irónico fantasma de las Navidades pasadas.

Ahora con Lion otra generación se queda atrás, los procesadores Core Duo; sus 32 bits les hacen no aptos para el futuro diseñado por Apple. Es sin duda una generación mucho menos numerosa y sentimentalmente relevante que los Power PC, pero aun así tienen su encanto. Son los primeros procesadores Intel montados en un Mac; aquellos que confiaron en el cambio, los primeros que abrazaron los nuevos aires, son ahora los primeros en ser lanzados del tren en marcha. De nuevo irónico.

No son sólo generaciones de procesadores los que quedan atrás. A veces también productos anteriores son discontinuados sin siquiera una palabra. Para Apple sólo existen los productos actuales, no habla de productos antiguos; tuvimos que deducir que el Apple TV 1 no recibiría más actualizaciones porque ni siquiera se dignaron a mencionarlo. Los iPods nacen y mueren en septiembre de cada año, salvo el iPod Touch, bendecido por iOS, cuyas actualizaciones van más allá en el tiempo. El iPhone original, el iPhone 3G y pronto el iPhone 3GS y el iPad 1 (que no recibirán toda la magia de iOS 5) también han sido devorados por el avance imparable de Apple.

No hay rincón del Universo Apple donde puedas estar seguro. Si eras usuario de iWeb puedes ir ya preparando tu migración a otro sistema: Apple no lo vende ya en el Mac App Store, donde Apple tiene todo su software (salvo Logic). ¿Usuario de MobileMe? Podrás migrar a iCloud pero dejarás atrás tus valiosas galerías de fotos, la publicación desde iWeb y tus carpetas de documentos en iDisk. Es más, al tiempo que migres a iCloud deberás migrar a Lion porque Snow Leopard no es compatible (de momento) con iCloud, no como Windows Vista o Windows 7. Ironía absoluta.

Ni siquiera las grandes joyas de la corona de Apple están exentas de cambios profundos. Final Cut Pro, software de edición de vídeo profesional usado por los grandes estudios de Hollywood y con el que la BBC hace gran parte de su programación, ha sido discontinuado en favor de Final Cut Pro X, un reboot del programa que seguramente facilita mucho su manejo y potencial pero que ahora mismo, en esta versión primigenia, pierde muchas características comparado con su venerable antecesor.

Terminemos esta reflexión con otro dicho: todo cambia para que todo permanezca. El software y hardware de Apple forman una combinación imbatible. Los clientes de la marca tenemos en nuestras mesas, en nuestros bolsillos, la mejor tecnología existente para el usuario final. Para que sus sistemas operativos sigan siendo los mejores y tengan proyección de futuro, Apple debe dejar atrás el hardware que no sea capaz de asumir esas reformas, para evitar que dichas limitaciones impidan implementar características realmente revolucionarias. Crear sin lastres es lo único que permite progresar.

Todo progreso, toda mejora, todo avance, exige sus sacrificios. Ayer cayeron los Power PC, hoy caigo yo con mi Core Duo y mañana será tu iPhone 4 el que no de la talla.

Los ingenieros de Apple sueñan sin limitaciones y cumplen sus sueños, y los tuyos. Los ingenieros de Microsoft se conforman con que Office 2003 siga funcionando en tu Toshiba nuevo.