Uno de los componentes más diferenciadores de los productos Apple es su cuidado por lo estético. Esto no solo se queda en el detallado diseño exterior de sus productos, también en sus componentes de software, lo que hace que la experiencia de sus usuarios siempre sea la mejor, por lo que difícilmente, estos querrán volver a Windows.
Su historia
Desde el inicio, Steve Jobs se propuso facilitarle la vida a sus usuarios. Gracias a esto podemos decir que se realizaron grandes avances en el sector. Como ejemplo, tenemos el mouse, un invento en el que Jobs vio una oportunidad para ofrecer comodidad a los usuarios de las computadoras y que aprovechó para hacer de la Macintosh algo excepcional.
Además de esto, también cabe mencionar el gran esfuerzo que realizó para que la interfaz gráfica de la misma se alejara lo más posible de la clásica pantalla llena de códigos de color verde a la que las personas estaban acostumbradas; de esta manera logró que la comodidad no solo se sintiera en la calidad del hardware, también en el software. En Applesencia hemos hablado sobre la historia de la computación, por si quieres dar un vistazo.
Diferencias contundentes
Los sistemas operativos de Apple son un mundo aparte. Si vienes de Windows, seguramente te costará adaptarte un poco a la idea del Finder, la falta de un botón de inicio en donde se enlisten los programas que tienes instalados, la combinación de botones y un par de cosas más que, luego de aprendidas, agradecerás existan en el entorno. Tan fuerte es esta conexión que, si lastimosamente debes volver a Windows, lamentarás que éstas no existan ahí.
La diferencia más abismal entre OS X y Windows es, sin duda alguna, su interfaz de usuario, y es que aún con la última actualización de Windows, esta no logra enganchar al usuario tan bien como lo hace OS X con El Capitán. El aspecto del entorno gráfico es algo en lo que las Mac destacan y en lo que Apple dedica gran parte de su tiempo y recursos.
En OS X todo fluye
Usar OS X da tranquilidad. No te voy a decir que en todos los casos todo sea paz y armonía, pero sí en la mayoría, pues el movimiento es parte fundamental del sistema operativo, por lo que pasearse entre las aplicaciones se siente como una acción natural. Además, todo dentro del sistema conserva un balance único de formas y colores, por lo que tu vista estará muy agradecida, pues descansará un poco de tantos contrastes incómodos que la cansan y perjudican.
OS X El Capitán
Es la última versión del sistema operativo. Puedes ver el listado de equipos compatibles aquí. Nace como una actualización de su predecesor: Yosemite. Por lo que gran parte de las características que este posee solo fueron levementes mejoradas.
Sin embargo, El Capitán trae consigo un número de funcionalidades que corroboran lo que he dicho a lo largo del artículo, pues conserva ese estilo limpio de la interfaz de usuario, al combinar colores y formas en sus aplicaciones, de manera que estas reflejen tranquilidad.
Si bien la decisión de adquisición de un ordenador no solo se basa en lo que precisé en el artículo, sí es bueno tenerlo en cuenta, pues determinará de qué manera vamos a relacionarnos con nuestro entorno de trabajo y cómo la pasaremos con un sistema o el otro.
El uso que le vayamos a dar al equipo también se debe tener en cuenta, pues si lo único que necesitas es controlar las finanzas de tu organización, seguramente lo que menos te interese es el aspecto tanto físico como digital del equipo que adquieras.
Si no logras terminar de convencerte, puedes ver las cinco razones por las cuales OS X es el sistema operativo más manejable.
