Recuerdo que hace tiempo se pusieron de moda los protectores de pantalla de plástico, unas láminas delgadas similares a las de las viseras de los cascos de los pilotos de competición. Era una manera de proteger la pantalla más que nada de arañazos, lo típico, las llaves, monedas, artilugios del bolso, etc.
El siguiente paso fueron los protectores de pantalla de cristal templado, una novedad por aquel entonces y que, sin embargo, han conseguido hacerse un hueco en el mercado. Es algo lógico, además, la inversión que realizamos en tecnología es reseñable y un iPhone o iPad son dispositivos con un coste elevado. Los protectores de cristal ayudan a evitar roturas y microarañazos. Normalmente nos gusta tener nuestro teléfono bien cuidado, es un extra añadido si posteriormente queremos revender el terminal, se cotizan mejor los que están impecables.
Mi recomendación es que los utilices. Quizás sea lo que menos rompe la estética del dispositivo, ya que las fundas, por muy delgadas que sean, siempre añaden un extra de grosor, y ocultan y disfrazan el diseño de nuestro móvil, aunque cumplen evidentemente una función protectora, además de estética.
A su favor, encontramos la eficacia ante caídas. Es obvio que cada vez tenemos pantallas más resistentes y duras, es difícil que se arañen, pero recuerdo haber salvado más que probables desastres en caídas a plomo, con el terminal boca abajo. Al recogerlo nervioso del suelo he visto el cristal estallado, pero el de la pantalla intacto. Ya solo por eso, y es una opinión personal, pongo este tipo de elementos en mis dispositivos.
Otro punto a su favor es su precio, que si bien hace años era elevado, ahora es mucho menor. Plataformas como Amazon o Aliexpress ofrecen multitud de protectores de muchos precios distintos. Creo que escatimar en su coste cuando, por ejemplo, has invertido casi 1.000 euros en un iPhone 7 Plus no es inteligente.
Vamos a sacar conclusiones
Pues sí, recordemos que por el lado positivo tenemos:
- Precio y variedad.
- Protección.
- Fáciles de encontrar, tanto en tiendas físicas como online.
- Ofrecen además protección antihuellas.
- Son bastante duraderos.
Pero por el lado negativo:
- No son infalibles. Las caídas al suelo golpeando éste una esquina de tu iPhone o iPad tienen mal pronóstico.
- Han de ser colocados con cuidado, de no hacerlo aparecen burbujas.
- Una vez despegados, no se pueden reutilizar.
- Han de ser eliminados de la pantalla con cuidado, es fácil cortarse si está roto.
Si tienes hijos pequeños que cogen tu teléfono, practicas actividades deportivas de cierto riesgo (ciclismo, escalada, etc.) y llevas tu iPhone encima, o simplemente tu smartphone tiene tendencias a ser atraído por la Tierra según las leyes de Newton, no te lo pienses.
