En estos últimos días, se ha hablado mucho sobre el último movimiento de Whatsapp y Fecebook. Dicha noticia no es otra que la aparición de unos nuevos términos y condiciones en la aplicación de mensajería instantánea más popular de nuestro país, en los que nos avisa de que varios datos –de carácter sensible– van a compartirse con la red social más conocida del mundo. Entre ellos, nuestro número de teléfono–.
Esta noticia alertó a muchos de los usuarios de esta red social, lo que provocó la aparición de una segunda información en la cual, se hacía saber, que dichos términos y condiciones incluirían una pequeña configuración que permitiría deshabilitar el envío de la información personal a Facebook, calmando un poco el ambiente y dando tranquilidad.
Han comenzado a aparecer las primeras notificaciones dentro de la app de Whatsapp de los diferentes usuarios, y la inmensa mayoría –conocedora de como anular el envío de la información mediante la citada configuración– han procedido a elegir la opción de no compartir la información y posteriormente aceptar los términos. Tan sólo una pequeña minoría, ha leído de nuevos los términos y condiciones que Whatsapp ha renovado. Quienes lo han hecho, han descubierto que aún anulando la opción del envío de datos, Facebook va a conseguir lo que quiere.
No es nuevo
Desde el momento que Facebook compró Whatsapp, todos nuestros datos de la aplicación de mensajería instantánea y todos los demás a los que le concedimos permisos –contactos por ejemplo– han llegado a manos de la compañía de Mark Zuckerberg. Muchos pensaron que la finalidad de la compañía con ese movimiento no era otro que el de integrar dicha app dentro de su red social, pero más bien podría decirse que Facebook no compró a Whatsapp, compro a sus millones y millones de usuarios.
Durante este tiempo, con los términos y condiciones que nos han expuesto, Facebook ha jugado al despiste con el fin de conseguir toda la información posible de los usuarios de Whatsapp. Algunos ejemplos de ello los destaca Iván Linares en su gran artículo sobre esta situación, como el siguiente que os mostramos:
“Facebook no usará tus mensajes de WhatsApp para ningún otro propósito distinto del de ayudarnos a operar y proveer nuestros Servicios“.
Y es que, sólo leyendo muy detenidamente las condiciones, podremos encontrar la declaración de intenciones de la compañía de forma clara y concisa:
”Todos nuestros derechos y obligaciones en nuestros Términos se asignan libremente a cualquiera de nuestras afiliadas […] y podemos transferir tu información a cualquiera de nuestras afiliadas, entidades sucesoras o propietarios nuevos”.
¿Qué conseguimos realmente inhabilitando la famosa opción?
No compartir la información de nuestra cuenta de Whastapp con Facebook para mejorar nuestra experiencia con los productos y publicidad en Facebook, o lo que es lo mismo, nada. Es cierto que los datos y los número de teléfono no se compartirán en Facebook, pero ¿y con Facebook?. De nuevo estamos ante un juego de trileros por parte del gigante de las redes sociales.
No hay forma de evitarlo
Usar Whatsapp implica aceptar todos sus términos y condiciones por más que nos den a elegir. Es cierto que la inmensa mayoría de los datos que ofrecemos en nuestros chats carece de una gran relevancia, pero hay otros que, aunque no nos demos cuenta ofrecen a las empresas más poderosas del mundo información de importancia sobre nosotros: nuestra edad, donde vivimos, donde veraneamos, si estamos casados, cuantos hermanos tenemos, que deportes practicamos o incluso donde y comemos. Información que ni nosotros mismos tenemos en cuenta, pero que permiten saber a quién los tiene todo sobre nosotros.
Tras este pequeño discurso de tintes apocalíptico, desearon un buen fin de semana. No chateen mucho.