Los nuevos iMac no dejan de ser un pequeño lavado de cara y puesta al día en cuanto a especificaciones para que el equipo de sobremesa más popular de Apple no se quede atrás en cuanto a tecnología punta respecto a la competencia.
Sin embargo, los de Cupertino han cambiado bastantes cosas a nivel interno que llevan el nuevo iMac (mid 2011) a un nivel superior.
Tarjeta gráfica
Los últimos MacBook Pro trajeron algunas novedades que tarde o temprano llegarían al resto de familia de Macs. Una de sus principales novedades fue la inclusión de los puertos Thunderbolt y el soporte de SATA III en los discos duros. Sin embargo, la tarjeta gráfica de éstos aún funcionaba bajo un bus PCI-Express 8x. Según dicen, Apple tomó esta decisión para que Thunderbolt funcionara a su máxima velocidad.
Por suerte, los nuevos iMac, además de la inclusión del nuevo puerto Thunderbolt y el soporte de SATA III, también cuentan en su placa base una conexión PCI-Express 16x, lo que aumenta considerablemente el rendimiento de la tarjeta gráfica.
Gracias al chipset incluído, no es necesario reducir la velocidad de ningún bus porque todo puede funcionar a su máxima velocidad. Incluso Apple se atreve con dos conexiones Thunderbolt en el modelo de 27″
Chipset
Si la exclusiva por un año que Intel ha dado a Apple para usar Thunderbolt ya es una demostración de que las relaciones entre ambas compañías son excelentes, la cosa no queda ahí. Los nuevos iMac usan el chipset Intel Z68, el cual será lanzado oficialmente por Intel esta semana. Esto pone una vez más a los equipos de Apple por delante de la competencia.
Igualmente, pienso que las Intel HD son un auténtico lastre en los equipos portátiles de 13″ tanto MacBook Pro, como los futuros MacBook y MacBook Air. La culpa es de Intel por obligar a montar sus gráficas en todos los equipos con procesador Core iX (en los sobremesa vienen desactivadas, dando cabida a las potentes AMD 6750M, 6770M y 6790M).
Esto probablemente obligará a Apple a montar procesadores AMD Fusion en los equipos más básicos para aumentar las capacidades gráficas de estos. Será una puñalada hacia Intel, pero ellos solos se lo han buscado.
Pequeños detalles
En el modelo de 27″, al tener 2 puertos Thunderbolt, Apple nos da la posibilidad de conectar dos monitores adicionales al iMac, por lo que es capaz de situarnos ante 3 pantallas ni más ni menos.
En la generación anterior, era posible usar el iMac de 27″ como monitor externo. Esto hacía posible usarlo como pantalla secundaria para una videoconsola (con su correspondiente adaptador) o para cualquier otro Mac. Ahora sólo recibirá señal de Macs que tengan salida Thunderbolt, por lo que Apple se carga de un plumazo la versatilidad como pantalla externa del iMac de 27″.
Por último, incluye una antena triple para la conexión Wi-Fi. Esto nos permite que podamos utilizar hasta tres canales de Wi-Fi N, lo que nos da una velocidad de transferencia de hasta 450Mb/s. El modelo antiguo sólo usaba dos antenas, por lo que tan sólo podía operar en doble canal con los router inalámbricos.
La Super Drive por primera vez en muchos años deja de ser fabricada por Matsushita. Esta vez el fabricante encargado es Sony, y el modelo instalado es la Optiarc. Tras la Super Drive, ahora se aloja un espacio adicional para montar un disco duro SSD opcional en el modelo de 21,5″, el cual anteriormente sólo estaba disponible en el iMac de 27″.
Por último, cabe destacar que por primera vez (creo que en toda la historia del iMac), el procesador y la tarjeta gráfica no van soldados a la placa base, por lo que se pueden cambiar (perdiendo la garantía si metemos las zarpas dentro del equipo).
