A mediados de los años 90 comenzaron a aparecer en el mercado las primeras videoconsolas modernas y con unos gráficos más que respetables. La Sony PlayStation y la SEGA Saturn pegaban fuerte en el mercado, así que Apple decidió probar suerte en este mercado con la Pippin. En un acto de prudencia, no lanzó la videoconsola bajo la marca Apple, si no que decidió ceder la licencia a terceros, en este caso Atmark/Bandai, para así no comprometer su imagen de marca en caso de fracaso, y menos mal que lo hizo de esta manera, porque la Pippin fué un auténtico fiasco en ventas y rendimiento.
La Bandai Pippin estaba diseñada íntegramente por Apple. Basada en un procesador PowerPC 603e a 66MHz, incluía un módem de 14400 bps, usando como sistema operativo una versión recortada de Mac System 7.5. Además de una videoconsola, la intención de Apple era que se vendiera como un ordenador económico con posibilidad de conexión en red y apto para realizar las operaciones más básicas. Funcionaba mediante soporte CD e incorporaba una unidad CD-ROM a 4x, además de salidas de audio y vídeo estándar.
La consola de Apple incorporaba entradas y salidas de audio del tipo RCA, salidas de vídeo de diversos tipos y una salida VGA compatible con los monitores disponibles en el mercado en esa época. Con un diseño un tanto infantil, a mí personalmente me recuerda a los bichitos que salían en el videojuego de Super Mario Bros., aquellos sobre los que tenías que saltar para cargártelos, ¡qué recuerdos!
Pero volviendo al tema central, la Pippin no daba la talla, fue ampliamente superada por sus competidoras PlayStation y Saturn, y además había muy poco software disponible para ella, de manera que estaba condenada al fracaso bastante antes de su lanzamiento oficial, que se efectuó en USA y Japón exclusivamente, vendiendo solamente unos pocos de cientos de unidades. Fiasco total, vamos. El precio, tampoco ayudaba, sus 599 dólares resultaban casi insultantes teniendo en cuenta sus pobres prestaciones si la comparábamos con sus competidoras de Sony y SEGA.
Mala estrategia la elegida por Apple en aquellos años, que además de no dar pie con bola, vivía uno de los momentos más críticos de toda su historia, sin rumbo y sin unas directrices de gestión claras y definidas. Afortunadamente, todo esto cambiaría al poco tiempo, convirtiendo a Apple en la compañía tecnológica líder, tal y como hoy la conocemos. Lo bueno es que a los curiosos nos queda la anécdota de saber que este trasto existió alguna vez.
Disfrutad de la galería de fotos, que no tiene desperdicio.
a mi no me parece una mala idea, si hubiese tenido un catalago interesante, y hubiese ofrecido unos grafico en condiciones de competir con la ply sation y con sega ceo que podria haber revolucionado el mudo de las videoconsolas. Creo que fue una idea muy adelantada a su tiempo, pero si nos damos cuenta ofrecía la idea que ofrecen ahora las videoconolas actuales, conexion a internet, y la posibilidad de usarse como una especie de ordenador, con salidas vga y rca, para navegar por la web desde la consola.Quizas el precio tuvo mucho que ver, o una campaña insuficiente de publicidad, nose. Pero a mi me encanta conoce estos proyecos que no tuvieron existo comercial. Para que un producto sea aceptado por los consumidores no olvideis que tienen que fracasar muchos, este es un claro ejemplo. Me ha encantado el post
Hola viingo, gracias por leernos.
La verdad es que en esa época las superventas eran las Sony y las Sega y Apple pecó de unirse un poco tarde, aunque si hubiera ofrecido más prestaciones que sus competidoras el precio no habría sido un problema para muchos consumidores. Además, creo que faltó un poco de planificación y más apoyo por parte de las grandes distribuidoras de juegos. El caso es que queda como una anécdota y pieza de colección de los más geeks