Es una pregunta que aquellos que vayan a comprarse un nuevo ordenador van a hacerse seguro, o aquellos como yo que tengan un MacBook de hace algún tiempo hayan planteado cambiarse. ¿Qué disco elijo? Uno tradicional como toda la vida, o me decanto por uno de los tan de moda SSD.
Sin duda es una interesante pregunta para aquellos que vayan a utilizar su ordenador para pinchar y en definitiva trastear continuamente con múltiples archivos. Evidentemente estar pinchando no es un proceso tan agresivo para el disco por decirlo así como puede ser editar vídeo en alta definición. Está claro que los archivos no son los mismos, ¿o tal vez sí?
Los más puristas trabajarán con archivos de audio sin comprimir, seguramente WAV, con alrededor de 100 MB la pista de no más de 10 minutos. Aunque la calidad de un buen MP3 no es para nada despreciable, con un tamaño 10 veces inferior. Todo esto son más o menos accesos al disco, que es lo que importa.
Hay un poco de ambigüedad sobre la vida útil de cada uno. El disco duro tradicional tiene piezas mecánicas y móviles como el cabezal o el mismo disco que pueden dañarse fácilmente, cuando el disco de estado sólido es una memoria flash no volatil, como un pendrive. ¿Entonces todo parecen ventajas no?
El problema oculto o no conocido de los SSD está en su vida útil. Tienen un limite en el número de ciclos de acceso —concretamente de escritura— en cada celda dentro del disco. Realmente no mueren al llegar a ese número —quedan en solo lectura— y a día de hoy ese número es bastante elevado, pero ¿y si…? Que quede claro que hablamos de bastantes años de uso normal.
También es cierto que cada vez los sistemas operativos, en este caso OS X Mavericks, están cada vez más avanzados para limitar el número de accesos al disco, o las innovaciones como Fusion Drive ayudan a ello.
Después de este rollo, ¡¿qué disco elijo Pere!? Pues sencillo. Creo que con lo que se ha avanzado en el campo del SSD no tiene rival ahora mismo, en cuanto a precio y calidad y evidentemente espacio. La velocidad es mucho más elevada con lo que ganaremos en mover los programas de música y las pistas de un lado para otro. Para ser DJ la elección es clara: un buen SSD.
Eso sí, esperemos que no te pase como Richie Hawtin que casi se queda sin actuar en Coachella ya que su disco dijo adiós justo antes de salir al escenario. No sabemos que le ocurrió concretamente al disco pero al final gracias a los backup pudo salir del paso pero con un nuevo SSD.
Aunque después de ver lo que le pasó a Richie, me planteo antes de cada actuación, y si el MacBook falla, ¿cual es el plan B? ¿Cual es el tuyo? ¿Una maleta de CDs y pendrives?