Fue con la llegada del iPhone 5s cuando vimos por primera vez un detector de huellas dactilar en un dispositivo móvil de Apple. Un componente que en el momento del lanzamiento llamo más la atención por ser la gran novedad más que por la utilidad real que traía consigo, cosa que el tiempo nos ha demostrado que es bastante. En la actualidad, no sólo nos permite acceder al terminal sin tener que introducir el código de bloqueo, también nos permite descargar una aplicación del App Store, acceder a nuestra cuenta bancaria o a una aplicación privada, efectuar pagos o activar el modo Fácil alcance.
Desde el lanzamiento en 2013 del Touch ID, hemos visto dos generaciones: la primera presente en iPhone 5s y iPhone 6, y la segunda en el último dispositivo móvil presentado por la compañía de Cupertino a finales del pasado año, el iPhone 6s. La diferencia entre ambos –salvo la velocidad de la nueva generación– no es mucha. Ambos mantienen las mismas ventajas, pero también las mismas desventajas. No son demasiados los problemas que nos da este sensor, sin embargo podemos destacar uno que tarde o temprano da la cara en todos los dispositivos que lo contienen, la aparición de dificultades a la hora de identificar nuestra huella.
Cómo recalibrar nuestro Touch ID
Con el paso del tiempo, ya sea por algún cambio en nuestra huella, suciedad o humedad, es probable que el Touch ID presente problemas. Para evitarlo, vamos a ver una serie de medidas, simples la mayoría, pero que no debemos dejar pasar.
- Limpieza del sensor para eliminar residuos que puedan influir en el funcionamiento del mismo.
- Entramos en Ajustes, y luego Touch ID, donde borraremos nuestra huella actual.
- Procedemos a añadir las cinco huellas permitidas de diferentes dedos, con el fin de conseguir un mayor acierto a la hora de desbloquear nuestro dispositivo.
- Debemos añadir nuestras huellas siguiendo los pasos que nos indica la pantalla al pie de la letra: colocamos en la primera fase nuestro dedo levantando y tocando varias veces sobre el sensor, y en la segunda fase del reconocimiento, marcando con los costados de nuestro dedo elegido.
¿Has hecho todos los pasos y sigue dando problemas?
Si el problema persiste, deberemos optar por realizar por un reinicio forzado de nuestro dispositivo, proceso que repara bastantes fallos del sistema provocados por un continuo uso y acumulación de tareas y archivos inservibles.
Si esta opción sigue sin dar resultado positivo, deberemos realizar una restauración completa del sistema a través de iTunes.
Si el problema aún se mantiene, deberemos acudir al servicio técnico más cercano para proceder a su sustitución. La capa más superficial del Touch ID es de zafiro por la sencilla razón de que el más mínimo arañazo, influiría en el funcionamiento del mismo, cualquier rotura podría ser el causante del problema.
Consejo final
Además de realizar un mantenimiento a la memoria de nuestro terminal, batería o almacenamiento, también tenemos que ser cuidadosos con un sensor que continuamente usamos. Por esta razón es recomendable, actualizar nuestras huellas al cabo del tiempo y siempre completando las cinco opciones, por si alguna falla.
