Apple dedicó mucho tiempo en el evento de ayer a hablar de cosas a las que, a pesar de darles importancia, no le dedica primeras planas. Una de estas cosas fue el programa de reciclaje de sus viejos dispositivos y Liam, un nuevo robot dedicado a esto, tiene mucho que decir al respecto.
Este robot, protagonista ayer de los primeros minutos del evento, cuenta con 29 brazos independientes que lo hacen capaz de desmontar el solito todas y cada una de las piezas del iPhone y clasificarlas según su material para así facilitar su reciclaje, separando por ejemplo los tornillos, la bandeja de la SIM, fabricada en liquidmetal, placa base, batería etc. y así uno a uno de sus componentes. Cada uno de estos tendrá un nuevo destino y será utilizado nuevamente.
Gracias a Liam lo que antes se hacía en unos 7 minutos de forma manual ahora se consigue en solo 62 segundos sin que ninguno de los componentes quede dañado o inservible. Con esta velocidad de despiece Apple estima que en un año se puedan reciclar más de un millón de iPhone. Y esto es solo el principio porque el objetivo es que Liam sea capaz de despiezar toda la gama de productos de Apple.
Los de Cupertino llevan mucho tiempo poniendo énfasis en su, llamémoslo así, lado verde. Al programa de reciclaje de viejos productos se une una fuerte política medioambiental en la que Apple lleva insistiendo unos años. Fruto de esto el 93 por ciento de la energía utilizada en sus instalaciones a lo largo del mundo está generada a partir de energías renovables. Y su objetivo es llegar en un futuro no muy lejano a abastecerse únicamente con energías renovables.
