La Keynote de Apple fue bastante movida, y en ella pudimos ver como la firma californiana presentaba nuevos productos como los tan rumoreados MacBook 2016, que vienen a revolucionar el mercado de los portátiles con sus múltiples novedades, como la Touch Bar.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y los nuevos MacBook también tienen su lado oscuro, especialmente para aquellos que buscan la máxima conectividad, ya que solo cuentan con cuatro –o dos en las versiones más básicas– puertos Thunderbolt 3. Esto solo puede significar una cosa: prepárate para comprar adaptadores.
¿Son suficentes puertos?
La inclusión del Touch Bar no sorprendió a nadie, ya que llevaba filtrándose varias semanas, pero lo que sí nos dejó a cuadros fue la presentación de versiones “descafeinadas” en ambos tamaños, que además de no contar con este peculiar panel ni con el Touch ID, tampoco pueden presumir de conectividad, ya que ven mermada la cantidad de puertos Thunderbolt 3 de los que disponen hasta el punto de solo incorporar dos de estas conexiones.
Thunderbolt 3: USB tipo C, pero nada más
Asimismo, en la keynote de ayer vimos como desaparecían unas cuantas de las características más apreciadas en lo MacBook Pro de 2015: la toma de corriente MagSafe 2, dos puertos Thunderbolt 2 y USB 3, una ranura para tarjetas SDXC y, el más querido, el puerto HDMI. Todo eso es cosa del pasado y ha sido reemplazado por 4 tomas Thunderbolt 3, o dos en los casos más básicos. Con ello, vemos mermadas las posibilidades de nuestros MacBook, ya que uno de los puertos terndremos que dedicarlo a la carga del dispositivo y para los otros puertos tendremos que utilizar probablemente un adaptador.
En primer lugar, si Apple quiere basar su ecosistema en el USB tipo C –Thunderbolt 3, como ellos llaman–, debería dotar al resto de sus dispositivos de esta tecnología. Por poner un ejemplo, el iPhone 7, pese a su desorbitado precio en las versiones más completas, no ha pasado aún del USB B, por el que tendremos que desembolsar 59 euros en la tienda oficial, todo ello sin contar con los demás aparatos a los que lo podemos conectar. Entre otros, mi monitor utiliza una conexión DisplayPort y actualmente un adaptador de este a Thunderbolt es realmente difícil de encontrar en el mercado. De todas formas, siempre podemos optar por adaptadores no oficial, que son bastante más baratos, aunque no tienen la calidad de Apple.
En otras palabras, la nueva gama de MacBook Pro 2016 supondrá dejarnos una cantidad considerable de dinero en adaptadores para poder conservar los dispositivos con los que previamente contábamos. Por tanto, habrá que pensárselo bien antes de renovar nuestro MacBook Pro.