Hace siete años que Apple lanzó uno de los dispositivos más revolucionarios de su catálogo, el famoso iPad. La evolución de este terminal ha sido asombroso, ya que muchas han sido las innovaciones implementadas desde el primero hasta el último modelo más reciente, aunque aún conserva la esencia de siempre.
Siete han sido los años que han pasado desde que el señor Steve Jobs presentó su creación ante un público completamente entregado. La filosofía mostraría un producto con unas funciones más que similares al iPhone, pero con la ventaja de presentar una pantalla mucho más grande, permitiendo mejorar la experiencia de usuario en cuanto al trabajo y al desarrollo con el mismo.
El primer iPad
Si miramos al pasado observaremos un iPad de 9.7 pulgadas y de 680 gramos. Las capacidades de aquel entonces oscilaban entre las opciones de 16, 32 y 64 GB de almacenamiento y además incorporaban el chip A4, uno de los más avanzados de aquella época.
Como era de esperar, este dispositivo revolucionario recibió tanto críticas como alabanzas, algo muy común cuando la firma californiana lanza un nuevo producto. Entre las características más criticadas fueron la ausencia de la cámara, su elevado grosor, el cual disminuía la capacidad de transporte de la misma y la falta de usabilidad por parte de algunos. Uno de los aspectos a destacar era sin duda su gran velocidad de procesamiento.
La evolución del iPad
Un año más tarde, apareció el iPad 2 con un grosor y un peso reducido. Aunque no fue hasta el iPad 3 cuando pudimos ver la famosa pantalla de Retina. Este modelo fue rápidamente absorbido por el iPad 4 que se lanzó en a penas seis meses más tarde dando origen al famoso conector Lightning.
Posteriormente, ya en 2012 aparecieron las versiones de iPad mini, un dispositivo más económico y más pequeño, el cual incorporaba una pantalla de tan solo 7.9 pulgadas.
La familia Air se convirtió en una de las familias más queridas por parte de la comunidad de Apple. Su gran potencia y su diseño delgado se ganó rápidamente al público (aquí se incluye un servidor). Unos días más tarde apareció la segunda generación del modelo mini, el cuál mantenía la misma esencia que la familia Air pero con un tamaño más reducido. Pequeño pero matón.
El Air 2 mejoró la potencia del procesador y además incluyó el más que conocido Touch ID. Cabe destacar que fue lanzado junto al iPad mini 3, el cuál incorporaba un lector de huellas.
La gama Pro supuso un cambió en la filosofía de Apple, debido a su amplio tamaño de 12.9 pulgadas, ideal para realizar tareas de diseño gráfico. No obstante, esta gran versión se mantuvo con el modelo de 9.7 pulgadas, pese ser algo más pequeño.
Finalmente nos tocará esperar y conocer las novedades que nos tendrán preparados los de Apple a lo largo de este año. ¿Con qué nos sorprenderán los de Cupertino?
