Nada más ser presentado, el nuevo Samsung Galaxy S8 recibió una enorme cantidad de buenas críticas. Cuenta con un diseño impresionante, eso es innegable. Sin embargo, las piedras no han tardado en lloverles, y es que Samsung ha cometido ciertos fallos en su terminal estrella. La pregunta ahora es: ¿cometerá Apple los mismos fallos o aprenderá de ellos en su iPhone 8?
Apple, cuidado lo que traes en tu iPhone 8
La primera carrera en el mercado móvil fue por la potencia. Las posibilidades de los procesadores han crecido exponencialmente, incluso superando la capacidad del software. Una vez llegados a estas cotas, los fabricantes se han centrado en conseguir el mayor porcentaje de pantalla. El Xiaomi Mi Mix, el LG G6 y el Galaxy S8 son la prueba viviente de ello aunque, como hemos visto, ha supuesto ciertos sacrificios, como son la cámara frontal del terminal de LG –podría ser bastante mejor– o la más que extraña ubicación del lector de huellas en el S8. Apple, no nos dejes sin tu calidad por quitar los marcos.
Otra de las innovaciones que nos traía Samsung en su presentación era el reconocimiento de iris –aunque ya lo vimos en el Note 7– y el reconocimiento facial. Práctico, sí, pero menos seguro que una cárcel sin barrotes, y es que ya hemos visto cómo pueden ser burlados con una simple fotografía. Si a esto le sumamos las nulas mejoras en cuanto al apartado fotográfico y la probablemente escasa duración de la batería, tenemos claro que el Samsung Galaxy S8 no es el espejo en el que debería mirarse Apple para su próximo flagship.
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De cualquier manera, vemos difícil que el próximo terminal de los de Cupertino difiera demasiado del coreano. Sabemos de sobra que en le mundo de la tecnología está a la orden del día inspirarse los unos en los otros, ¿crees que será diferente esta vez?