Qué tarjetas gráficas le puedo poner al Mac Pro

El Mac Pro es un ordenador bastante desfasado, y la culpa de todo no la tiene otra que Apple. Después de mantener el mismo diseño inalterado durante más de diez años, el ordenador es el peor tratado de toda la gama Mac, pues usa aún procesadores de la generación anterior y aún no cuenta con las nuevas interfaces Thunderbolt y USB 3.0.

Sin embargo, las mastodónticas cantidades de dinero que hay que pagar por hacernos con uno de ellos, son pagadas por muchos profesionales que siguen necesitando una estación de trabajo de alta potencia, ampliable a decenas de GB de RAM, con varias bahías de discos duros y un sistema multi-procesador.

Con estas premisas, el iMac es un equipo muy potente, pero que desde la última actualización tiene 0 posibilidades de ampliación. Así que con la WWDC a la vuelta de la esquina, puede que Apple le de una vuelta a su abandonado equipo y se convierta de nuevo en el rey que ya fue. Además, con las ventas domésticas de los Mac a la baja, puede que Apple se preocupe de nuevo por los profesionales, que nunca dejarán de comprar ordenadores carísimos por muchos iPad que haya.

Por esto mismo, mientras Apple no se acuerda de vosotros, en Applesencia tenemos en cuenta a los usuarios de Mac Pro, que son muchos a lo largo de toda la península ibérica, y os enseñamos algunas de las tarjetas gráficas –ordenada su potencia de mayor a menor– disponibles para ampliarlo en caso de que la que tengáis se os quede corta para tareas de edición de vídeo o proceso de datos.

EVGA GeForce GTX 680

Estamos ante un modelo lanzado hace menos de un mes, lanzado por la marca EVGA en forma de edición para Mac, y que cuenta en su interior con el chip GeForce GTX 680 de NVIDIA. Aunque este chip salió hace un año para PC, la nueva GTX 680 para Mac trae 2 GB de memoria GDDR5 y está especialmente pensada para ser montada en un Mac Pro.

Se trata del modelo más potente de los analizados en esta comparativa, un poco más que la AMD Radeon HD 7970 –que analizamos a continuación–, y mantiene un rango de precios muy equilibrado, unos 460 euros.

En cuanto a las tecnologías, cuenta con lo último de NVIDIA, como el GPU Boost Technology, SMX Engine, CUDA, OpenGL 3.2, soporte para OpenCL e incluso funciona en Windows bajo Boot Camp. Soporta hasta cuatro monitores, gracias a las salidas HDMI, DisplayPort y doble DVI. Es compatible con los Mac Pro de 2008 en adelante y necesita de OS X 10.8.3 para correr.

AMD Radeon HD 7970

Un modelo que lleva algo más de un año en el mercado, pero que funciona de manera nativa con OS X, sin necesidad de instalar ningún driver adicional. Utiliza tecnología de 28 nanómetros, y Apple estuvo apunto de incluirla como opción de compra en sus Mac Pro. Sin embargo, si queremos podemos instalarla nosotros mismos comprándola aparte.

Estamos ante un modelo tope de gama de su momento, por lo que hoy día aún sigue siendo una buena opción de compra, a un precio más ajustado –aproximadamente 400 euros–, y que nos dará bastante potencia a la hora de trabajar a fondo con nuestro Mac Pro.

Utiliza PCI Express 3.0 y es compatible con la tecnología AMD CrossFire, que permite conectar varias tarjetas gráficas en paralelo para multiplicar la potencia de proceso.

AMD Radeon HD 5870

Esta es la opción de gama alta que ofrece la propia Apple. Si configuramos el Mac Pro de manera personalizada, esta es la opción que nos da Apple. Sin embargo, también la venden por separado en la Apple Store.

Este modelo cuenta con memoria GDDR5 de 1 GB e incluye tres conexiones de vídeo: dos Mini DisplayPort y un DVI dual-link para monitores de alta resolución. Así Apple nos asegura poder conectar el Thunderbolt Display y otros monitores basados en DisplayPort, o monitores DVI dual-link como el antiguo Cinema Display de 30 pulgadas.

Se muestra como un modelo inferior a la vista anteriormente, y que según benchmarks rinde hasta la mitad. Según el precio que podemos encontrar en la Apple Store, de 460 euros, no nos merece la pena comprarla. Aunque una garantía es que nos la vende la propia Apple, y bajo la marca AMD, no como el resto de tarjetas que siempre van bajo marcas de terceros, como ASUS, XFX o EVGA.

NVIDIA Quadro K5000

Un modelo bastante más nuevo, del otoño de 2012, y a un precio también bastante desorbitado. Esta vez tendremos que pagar 2259 euros por ella en la Apple Store.

En cuanto a rendimiento, es un poquito peor que la AMD Radeon HD 7970 de la que os hemos hablado más arriba, que es un auténtico monstruo de procesar datos. Sin embargo, la AMD vale cuatro veces menos que la NVIDIA, pero Apple no nos la ofrece, por lo que tendremos que buscarla nosotros, y según la marca de la que la compremos habrá incluso que flashearla para hacerla compatible.

NVIDIA Quadro 4000

Nos encontramos ante una tarjeta gráficas tope de gama de la época, pero que a día de hoy no merece la pena comprar. Aún así, Apple nos la sigue vendiendo al desorbitado precios de 919 euros. Es un modelo de 2010, en pleno auge de la tecnología Quadro de NVIDIA, que permitía enlazar varias tarjetas para multiplicar la potencia de proceso.

Según los benchmarks de PassMark, están bastante por debajo en rendimiento respecto a los modelos analizados anteriormente, y tienen precios desorbitados. Es una lástima que Apple siga ofreciendo productos así a semejantes precios, y se podría considerar como una estafa para el cliente. Por eso en este artículo, también te contamos qué tarjetas gráficas no deberías comprar.

Conclusión

En realidad, podremos instalar muchas más tarjetas gráficas de las que hemos mostrado en este artículo. El problema es que no será tan sencillo como pinchar y listo, sino que en muchos casos tendremos que instalar los drivers de NVIDIA o ATI y en otros casos más extremos será necesario incluso flashear la tarjeta para que funcione en nuestro Mac.

Por suerte, NVIDIA y ATI cuentan con drivers para OS X de muchas sus tarjetas de PC, y no será una tarea imposible el poder disfrutar de ellas. El único problema es que al no estar integrados en el sistema, puede que no veamos nada en pantalla hasta que no cargue el sistema por completo, lo que no es algo de recibo.