Momentos iPad

Hay placeres en la vida que nos adjudicamos con el tiempo. Placeres que, por lo general, transcurren en cortos espacios de tiempo, los cuales bautizamos como momentos. Esos momentos se pueden otorgar a ratos libres en los que podemos realizar esas cosas que nos gustan. El momento del café o de la cerveza en un bar, el momento de sentarse en la butaca del cine para ver una película o tumbarse en el sofá para ver una serie, el momento del primer beso o abrazo. En eso se ha convertido el iPad para muchos, el gadget que llena “momentos”.

A parte de ser el dispositivo que está revolucionando el modo de interactuar con internet y los archivos multimedia, se va convirtiendo en un gadget indispensable en nuestro hogar. Ha sido capaz de sustituir la gran mayoría de labores que estamos acostumbrados a realizar desde un ordenador, ya sea fijo o portátil. La comodidad, portabilidad y sencillez hacen que prefiramos consultar correos, navegar por internet o consumir multimedia desde el iPad antes que desde un ordenador.

Pero todas las bondades del iPad, pasados más de dos años y medio desde que saliera al mercado, ya los conocemos todos. Se trata de identificar todos esos momentos en los que el iPad se convierte en un valor añadido. Momentos en los que su compañía se convierte en grata. Momentos como el levantarse, hacernos el desayuno y coger el tablet de Apple para leer las noticias de buena mañana. Sentarte frente al televisor y poder comentar o discutir cualquier programa o partido de fútbol por Twitter. Leer y enviar mails del trabajo o llegar a casa después de un duro día y conectarte al mundo mediante un buen lector de feeds. Comunicarte con los tuyos y, por qué no, jugar a un juego sólo o junto a la compañía de los seres más allegados. Ese momento en que tu hijo te pide el iPad para aprender. O el momento de inspiración en el que plasmas en el tablet el mejor de tus dibujos.

No hablamos del iPad como el mejor tablet. Hablamos del iPad como el gran generador de momentos en el que se ha convertido.