App Store. Hay una aplicación para eso. De hecho hay más de 500.000. Cada app que descargas del App Store amplía las posibilidades de tu iPhone, y con cientos de miles de apps entre las que elegir… ¿qué no podrás hacer?
Con esa frase tan llamativa anuncia Apple su App Store para iPhone y iPad, y es una frase que no miente; prácticamente hay una aplicación para cada cosa que se te pueda ocurrir. Pero eso no ha sido así siempre. Hace unos años, más exactamente en el 2007 con la salida del iPhone, se nos dejó muy claro a todos los usuarios que este dispositivo nunca podría contar con aplicaciones externas, más que las que ya venían incluidas de fábrica. El propio Steve Jobs se resistía a dejarlas entrar. ¿Por qué?
Sencillo. El motivo de siempre. Jobs no quería que unos extraños crearan aplicaciones que pudieran estropear el iPhone, infectarlo con un virus o mancillar su integridad. Eso nos hace ver lo mucho que Steve Jobs amaba lo que hacía. Para él no eran simples aparatos de consumo. Eran como sus propios hijos, salidos de las entrañas de su cerebro. Aunque vendiese esos productos para todo el mundo, él no consideraba que fuesen de los usuarios, sino como un préstamo, que todos debían cuidar y mimar.
Y realmente eso ha sido lo que ha situado a Apple en la posición tan superior en la que está actualmente, ese interés por los detalles, esa preocupación por todos y cada uno de sus productos, el mirar hasta los detalles más insignificantes, como el mismo interior de los dispositivos fabricados. Nada se deja al azar y absolutamente todo se tiene en cuenta. Sin embargo, de nuevo Steve Jobs, y por lo tanto Apple, estaba equivocado.
Esa situación trajo sus consecuencias, la gente empezó a reclamar más libertad para sus teléfonos y Apple tuvo que claudicar una vez más, aunque no lo hizo totalmente, y esta manzana sí que se le atragantó. En un movimiento que terminó iniciando una verdadera revolución tecnológica, creó en julio de 2008 la App Store, una tienda de aplicaciones para el iPhone que en tan solo nueve meses descargó mil millones de aplicaciones y que les hizo ganar grandes cantidades de dinero, haciendo que otras compañías terminasen imitándoles. Pero no todo era bonito. ¿Cual era el problema?
La restricción de la tienda, al estar unida exclusivamente a iTunes, evitaba que entrase nada perjudicial al teléfono de los de Cupertino, y eso era bueno. Pero la política de restricción tan estricta que tenían a veces, hacía que muchas aplicaciones interesantes se quedaban fuera, por lo que apareció una tienda de aplicaciones alternativas (llamada Cydia), que solo podían instalarse en el teléfono mediante una pequeña modificación del sistema operativo llamada Jailbreak.
Alrededor de este movimiento apareció una gran comunidad de desarrolladores que empezaron a crear software en exclusiva para esta tienda alternativa, y muchos usuarios lo vieron como una solución a la restricción de Apple. Desde entonces, Apple lleva luchando contra el Jailbreak en cada una de las actualizaciones de software, y el “problema” siempre termina apareciendo unos días o semanas después. Esos son los problemas de querer mantener cerrado un sistema.
Como vemos, Apple no es perfecta, y en muchas ocasiones se equivoca, teniendo que rectificar. La semana que viene también veremos un problema de software del iPhone, la multitarea, eso tan criticado durante mucho tiempo por el mundo Android al no existir porque se aseguraba que no era necesario en el iPhone, hasta que en iOS 4 tuvieron que incluirlo. ¿Quieres saber por qué? Podrás verlo la semana que viene. Te esperamos.