Como todos sabemos, la industria de los videojuegos es un ente que cambia constantemente, según la demanda de los usuarios. Eso ha hecho que haya épocas en los que triunfaban más los juegos donde la historia era increíble aunque los gráficos no acompañasen demasiado y otras épocas en las que lo que más vendía eran los gráficos, aunque el juego apenas tuviese guión.
A día de hoy, con la llegada del iPad y el iPhone (que son los que han generalizado esta moda de los juegos móviles) la industria de los juegos está cambiando de nuevo. Al principio, esta industria creaba juegos exclusivos para móviles, juegos sencillos que nos permitían pasar buenos ratos en esos momentos de espera, mientras sacaba grandes producciones exclusivas para consolas con las que disfrutar en nuestra casa.
Eso parece que está cambiando, pues los juegos “ocasionales” que se hacían para smartphone están apareciendo en grandes consolas y ordenadores, como es el caso de Angry Birds, Real Racing, Asphalt… esos juegos ideados para móviles están acaparando mucha atención en otras plataformas completamente diferentes. Eso es bueno por un lado, quiere decir que los programadores de videojuegos no deben centrase exclusivamente en una plataforma, sino que pueden expandirse mucho más, lo que significa que pronto podremos disfrutar de muchos buenos juegos en nuestros iPad.
Pero también es malo en otro sentido, y es que los creadores de videojuegos pueden perder la pasión por crear esas historias envolventes y apasionantes que representan la esencia de un buen videojuego. Historias como las de Portal o Portal 2, o la de Half Life 2, auténticos guiones de películas. De ahí se puede pasar muy rápidamente a unos cerdos que roban unos huevos a unos pájaros con mala leche.
Con la salida del nuevo iPad, podemos disfrutar de mucha potencia gráfica, creando juegos impresionantes, como el que mostraron en la Keynote de presentación, el Infinity Blade Dungeons. Pero la poca capacidad de memoria interna (entre 16 y 64 GB) hace que los juegos no puedan tener mucha historia, por lo que tendrán que ser juegos ocasionales, por muy buenos gráficos que posean. No me veo un Uncharted en un iPad, ya que no tiene apenas capacidad interna para almacenarlo, a no ser que estés borrando lo que tengas almacenado.
Yo soy un jugón acerrimo. Me encanta poder engancharme con una buena historia, como lo hacíamos antes con juegos como Monkey Island o Broken Sword. También me gustan los juegos ocasionales, como Jetpack o Flight Control. Pero preferiría que esos se quedasen guardados en mi iPhone, y que no se conviertan en la próxima generación de juegos de consola, por muy buenos gráficos que le pongan.
Los jugones normalmente queremos historias impactantes, que te enganchen durante horas y que al acabarlas tengas la sensación de querer seguir jugando con la siguiente parte en cuanto salga. Eso no me encaja con el nuevo iPad. ¿Y a ti?
No lo he visto nunca, ni lo veré como alternativa. Tengo un iPad2 y por más juegos que pruebo no paso de 10 minutos con ellos. Para jugar tengo mi consola, mis buenos juegos que no sean meramente casuales y algo que no puedo dejar pasar, unos botones. Las pantallas táctiles por mucho que quieran no son lo mismo, al menos para mi.
Para mí, el mercado “casual” de las plataformas móviles, por llamarlo de alguna forma, va a cobrar gran importancia
Sí, pero de que sirve conectar el iPad a la tele y un buen mando si no tienes capacidad para almacenar un buen juego. Necesitas un disco externo en el que meter los datos del juego, y eso, por el momento, no existe.