La reciente perdida del certificado EPEAT a los productos de Apple parece que va a traer más de un quebradero de cabeza a la marca de la manzana mordida. Este certificado cataloga a los productos según sean más o menos respetuosos con el medio ambiente. Apple ha decidido prescindir de esta certificación en sus productos. La misma exige que estos sean fáciles de desmontar y, por tanto, fáciles de actualizar. Así, recurriendo a un juego de palabras podemos decir que la manzana ya no será verde.
Pero las consecuencias pueden ir más allá de la perdida de un simple certificado. Llegan noticias desde territorio norteamericano que funcionarios de la ciudad de San Francisco se están moviendo para bloquear las compras de ordenadores de Apple. ¿Por qué? La base a estas protestas, que pueden extenderse a todos los Estados Unidos, se basan en que las instituciones públicas estadounidenses, por decreto de la Casa Blanca, deben procurar que el 95% de los productos electrónicos que compren lleven el sello de EPEAT, con lo que podemos apreciar el importante menoscabo que puede suponer para la empresa con sede en Cupertino. Además según el diario Wall Street Journal, también escuelas, universidades y empresas compran sobre todo dispositivos con este certificado.
En el caso que nos ocupa, funcionarios del Departamento de Medio Ambiente, están enviando cartas a 50 agencias de la ciudad para que se evite la adquisición de ordenadores Apple. En palabras de Jon Walton, director de información de San Francisco:
Los empleados de la ciudad todavía podrán comprar Mac, pero que al hacerlo se requiere un proceso largo y problemático hará que sea muy difícil hacerlo.
Por ahora se trata de una medida de carácter más simbólico que otra cosa, pues solo entre 500 y 700 de sus equipos municipales se corresponde con Mac, lo que representa el 2% del total de máquinas.
Una cosa que siempre me viene a la mente es el famoso ecosistema cerrado del que Apple hacía gala. Hablábamos entonces de software, máxime cuando iOS salió a la palestra. Los portátiles tenían baterías desmontables y no había problema para cambiarlas. Ahora esa cerrazón parece que afecta también a sus piezas de hardware, lo que les ha valido esta penalización. Casos como los recientes Macbook con pantalla Retina en los que la batería o la memoria RAM van fijadas a la placa, son habituales. Debemos de acudir a un servicio técnico oficial y hacer un importante desembolso y lo estoy sufriendo en mis carnes. Además, en el caso del último modelo de Macbook Pro con pantalla Retina, como nos contaban en Xombit, la batería va fijada con pegamento en 11 puntos y al quitarla se produce una rotura de la misma y una fuga de materiales contaminantes. Mal hecho por Apple, en esta época en la que tanto se mira y se trata de cuidar el medio ambiente, pero claro una cosa es la imagen que se vende y otra la cruda realidad.
Esto es una memez. Para qué quieren en San Francisco que los ordenadores sean desmontables? En cualquier institución pública no repara los equipos el becario patoso, sino que se mandan al SAT, y Apple no tendrá problemas en reparar sus propios equipos.
Es como si dices que no vas a comprar un coche porque para cambiar la correa de distribución tienes que desmontar el motor entero. Eso es problema del mecánico, no tuyo.
Compras un producto de alta tecnología, así que el mantenimiento también será caro. Si quieres cambiarle tú mismo el disco duro y la RAM cómprate un portátil grueso.
Solo una puntualización, parece ser que ha sido Apple quien en una rabieta ha retirado los 39 productos de la lista de EPEAT. Así que en un principio solo se le había denegado el certificado al MacbookPro Retina.
Desde mi punto de vista lo del pegamento es una gran cagada, en anteriores Macbooks (el air por ejemplo) iba la batería soldada, siendo más fácil y posible des-soldarla ocupando el mismo espacio, tanto en el servicio técnico oficial como un manitas en casa.
Veremos como acaba esto