Tras los últimos escarceos en los terrenos de las demandas, Apple había logrado que se paralizaran las ventas del Samsung Galaxy Nexus. Era un episodio más en las aburridas guerras de patentes a las que nos están acostumbrado, sobre todo, estas dos empresas.
Para ponernos en antecedentes, Apple acusaba al modelo de Samsung de ser una copia en algunos aspectos de su iPhone. La verdad es que si hay un teléfono (maravilloso por cierto) que no se parezca demasiado al iPhone es ese, pero bueno, a lo que íbamos. La empresa de la manzana mordida había logrado paralizar las ventas del terminal con el sello Google.
Ahora la noticia es que el Tribunal Federal de Apelaciones ha establecido una orden que paraliza el valor de esa sentencia desde primeros de mes. Con semejante dictamen, se permite a Samsung seguir vendiendo el Galaxy Nexus. El valor de esta decisión se alarga hasta el día 20 de agosto, fecha en la cual está planificada la toma de una decisión sobre esta apelación y que sería aprobada en los días siguientes.
Se trata por lo tanto de una medida cautelar que hace referencia a las búsquedas locales. Se trata de un elemento incluido en el Galaxy Nexus y en el Galaxy S III con el que Apple considera que se infringe un derecho que ellos poseen y que se parece extremadamente a Siri.
La juez Lucy Koh, que había dictado la suspensión de las ventas del smartphone de Samsung, había considerado creíbles y plausibles los términos que aportaban desde Cupertino para su defensa. Por el contrario desde Samsung se defienden basándose en dos aspectos: por un lado el perjuicio en las ventas aún cuando una sentencia firme no se haya fijado y por otro lado, en torno a Siri, afirman que tiene unas connotaciones diferentes a las que incluye la búsqueda local de la que hace gala su producto. Samsung sostiene que la patente de Apple no es válida y por lo tanto hay una mala interpretación en las reivindicaciones que llevan a cabo contra el modelo creado por Samsung.
Personalmente y como ya he dicho en muchos casos, me hastían estos procesos en los que una parte demanda a otra y en los que el consumidor final es el principal perjudicado. Porque como ya hemos dicho tanto en los artículos, como nos lo habéis confirmado en múltiples comentarios, todos copian, no se salva ni una sola compañía, y al final eso genera una competencia que posibilita mejores productos.
Medidas que frenen esta carrera para acercarnos mejores productos, solo repercuten negativamente primero en el consumidor como decía antes y luego en la imagen de cada compañía. Estoy seguro que esto no acabará aquí, vendrán demandas por otros productos, demandas que se agarran a un clavo ardiendo con tal de perjudicar al rival. Compañías que se preocupan más de ver que tiene el otro, que de mejorar aún más sus productos, que por otra parte, “llevan un tiempo bastantes estancados y que salvo buenas pantallas, no aportan mucho más”.
Tanta guerra de patentes es cuanto menos aburrida. Más vale que perdieran su tiempo y dinero en desarrollar nuevos productos en vez de pagar a abogados. Y lo digo por ambas compañías.