¿Nuevo o no tan nuevo Mac mini?

Como todos sabéis, Apple ha presentado hace cuatro horas un nuevo Mac mini, el ordenador de sobremesa más pequeño de su catálogo. Yo siempre lo he visto como una buena opción para todo aquel que quiera combinarlo con la pantalla del salón o quiera entrar a formar parte de Apple y todo el ecosistema Mac a un precio no muy elevado. Muchos os preguntaréis: ¿Apple ha hecho los deberes con el hermano pequeño de la familia Mac? ¿De verdad el dispositivo que nos han enseñado hoy merece la pena? En mi opinión sí, el nuevo Mac mini es una compra muy recomendable y un producto que hoy por hoy es difícil de mejorar. Analicémoslo con detenimiento y veámos por qué.

Un diseño elegante y compacto

Apple ha mantenido el compacto diseño de aluminio que presentaba en el modelo anterior. Sus dimensiones son realmente reducidas y su poco más de un kilo lo convierte en un dispositivo realmente fácil de transportar o colocar en cualquier lugar. Otro punto en el que sale victorioso es la ranura que posee en su parte inferior, la cual nos permitirá configurar fácilmente su hardware en el tiempo en función de las necesidades que nos vayan surgiendo.

Más memoria RAM y procesadores de última generación: la clave del éxito

Esta actualización ha traído consigo un Mac mini que alberga en su interior el doble de memoria RAM y la tercera generación de los procesadores Ivy Bridge desarrollados por Intel, sin duda alguna dos de los aspectos más importantes en un ordenador. ¿Y esto tiene alguna influencia notable en cómo se comporta nuestro ordenador? Sincera y rotundamente: sí. La memoria RAM permitirá que todo fluya más velozmente (si cabe), algo que será aprovechado por procesadores dos veces más rápidos que los de su anterior inquilino. Nos encontramos ante la posibilidad de optar por un i5 de doble núcleo a 2,5 GHz o un i7 quad-core a 2,3 GHz, una potencia que sin ser el tope de gama supera en buen grado a sus predecesores y bastará más que de sobra para realizar las tareas más exigentes.

Fusion Drive: el trabajo de Intel reinventado por Apple

Apple nos presenta modelos de 500 GB y 1 TB, pudiendo intercambiar estos discos duros por un disco sólido de hasta 320 GB y todas las ventajas que ello ofrece. Para todos los que quieran una buena combinación capacidad-velocidad Apple nos presenta Fussion Drive, una tecnología que Intel introdujo en los Ivy Bridge (Smart Resonse Technology) la cual permite combinar un disco duro físico y otro sólido, usándose el segundo como disco de caché del primero. Esta idea ya estaba presente por los iMac de 27″ antiguos (HDD + SSD), y éramos nosotros de manera manual los que gestionábamos la ubicación de los archivos, pero ahora su gestión es llevada a cabo de manera totalmente transparente a nivel hardware por parte del procesador. Todo el mundo puede poner discos duros de mayor capacidad, en cambio Fusion Drive puede ser un gran avance para la empresa californiana en cómo combinar una gran capacidad de almacenamiento y un acceso casi instantáneo a cualquier fichero.

Conectividad por los cuatro costados

En este aspecto también encontramos un ordenador a la última. El característico puerto Thunderbolt se acompaña de otro HDMI, cuatro puertos USB 3.0, receptor Wi-Fi 802.11n y Bluetooth 4, todos ellos últimas versiones de los conocidos estándares a los que dan soporte.

Conclusión

A primera vista puede parecer una simple actualización de hardware, sin embargo éste constituye un equipo de sobremesa difícilmente mejorable tras todo lo que hemos podido ver. En mi opinión, cualquiera que desee comprar un ordenador de este tipo realizaría una compra muy acertada, teniendo un modelo mejorado con respecto al del año pasado y el cual mantiene el mismo precio.

¿Y vosotros? ¿Estáis de acuerdo conmigo? ¿Esperabais algo más de este nuevo Mac mini? ¿Creéis que se podría mejorar de alguna forma? ¡En Applesencia nos importa y mucho vuestra opinión!