Ante las noticias acaecidas ayer muchas son las voces que apuntan a que en Apple hay algo que no va bien y que el anuncio de la próxima salida de dos de los grandes cerebros de Cupertino es un claro ejemplo del camino de decadencia que Apple está empezando a tomar. Pero no, no seamos alarmistas, ya que dentro de Apple nada se hace al azar y todos los movimientos están milimétricamente calculados con el propósito de que todo encaje y se desarrolle de la manera más beneficiosa para Apple, lo que redunda al fin y al cabo en un beneficio para el consumidor.
La salida de John Browett era algo que se veía venir desde hace ya tiempo puesto que la gestión que venía realizando como máximo responsable de las Apple Store no era todo lo satisfactoria que se podría esperar de un profesional como él. Los despidos masivos por error y la posterior recontratación de los empleados despedidos han sido una losa muy pesada que al final le ha pasado factura a Browett en forma de hartazgo por parte de Tim Cook, que se ha visto obligado a cesarle.
John Ive, la gran apuesta de Cook
Pero el caso más interesante y tema central de este artículo de opinión es el próximo cese de Scott Forstall, máximo responsable de iOS hasta la fecha y discípulo aventajado del fallecido Steve Jobs, cuyos caminos se cruzaron en NeXT. En 2013, Forstall dejaría oficialmente su puesto y pasaría a ser consejero de Tim Cook, ocupando Johny Ive el puesto vacante. Y esto es lo bueno, que Ive sea el encargado de sustituir a Forstall. Maestro del diseño y responsable de que conozcamos tal y como son el iMac, iPod, iPhone, iPad, Apple TV, iPad mini, MacBook, MacBook Air y MacBook Pro con pantalla Retina, ahí es nada, 8 fantásticas creaciones y rediseños de los dispositivos de Apple que marcan la tendencia a seguir por la competencia.
Si John Ive es capaz de rediseñar los elementos más arcaicos de la interfaz de iOS, como el aspecto de piel del calendario que detesto profundamente, sin que la esencia del sistema operativo móvil de Apple se vea afectada, el cambio habrá merecido la pena. Y es que aunque El trabajo de Forstall haya sido brillante en cuanto a funcionamiento, fluidez e integración hardware-software, el aspecto visual es algo que debe de mejorar bastante, siendo el primer y más importante reto para Ive el poder reinventarlo, y como lo haga igual de bien que diseña los gadgets de Apple, puede que estemos ante algo grande en la historia de Apple.
Las consecuencias de la mencionada renovación tendrían un efecto balsámico entre los usuarios y volverían a marcar las distancias entre iOS y Android, ahora que el androide verde está siendo mejor de lo que lo ha sido nunca. En cuanto a Tim Cook, sería un golpe de efecto fantástico que beneficiaría a su reputación como CEO de Apple y despejaría muchas dudas sobre su capacidad de liderazgo, deshaciéndose también de parte de la alargada sombra del eterno e irrepetible Jobs. Toda una apuesta de Cook, que está demostrando que, aunque carezca del carisma de su predecesor, no le tiembla la mano cuando se trata de tomar decisiones. Y eso es un hecho, cuanto menos, respetable.
Así las cosas, solamente nos queda esperar y confiar en que el bueno de Ive coja pronto el timón de la interfaz de iOS, la lleve a donde se merece estar. En palabras de Cook:
”Su increíble gusto por una estética formidable durante la última década ha sido el motor que ha convertido a los productos de Apple en la referencia a nivel mundial que son hoy en día.”
Parece ser que estamos en la antesala de algo realmente grande. ¿Fin del skeumorfismo? Confiamos en que lo hagas, Johnny.
