Corría el año 1999 cuando visité por primera vez un estudio de diseño gráfico y descubrí Apple. Por aquellos entonces la única Apple que conocía era el sello discográfico de The Beatles, ignorando totalmente a la Apple de la manzana mordida. Y vaya un descubrimiento, más bien fue amor a primera vista, ya que desde entonces la empresa californiana ha tenido bastante importancia en mi vida.
Sentimentalismos aparte, lo que más me llamó la atención en aquella época fue una pantalla de plástico translúcido con una manzanita mordida que ofrecía una calidad de imagen que por aquellos entonces ni imaginaba que existía. Todo se veía más claro, más nítido y la vista no se cansaba tanto como con los monitores convencionales. Por fin, he encontrado esa pantalla para poder compartirla con todos vosotros.
Apple Studio Display
El monitor Apple Studio Display era una pantalla plana de tipo LCD de 15 pulgadas. Además de su extraordinaria calidad de imagen, destacaba su atractivo diseño, que a día de hoy no desentonaría en ningún escritorio, ya que el plástico translúcido dotaba al monitor de una elegancia y sencillez sobresalientes. Incluía conector del tipo DA-15, dos puertos ADB, Super Vídeo, Vídeo Compuesto, conectores de audio RCA y una salida para auriculares Jack de 3,5 mm. Casi nada, y más teniendo en cuenta que los monitores que se gastaban por esos años eran pantallas con forma de pelota, tenían más fondo que superficie de pantalla en sí y no ofrecían más extras que unos míseros e incompresibles botones de ajuste.
Con una resolución de 1024 x 768 píxeles, sus 15 pulgadas en diagonal resultaban en un tamaño de pantalla de 307 x 230 mm. Si a esto sumamos sus 24 bit y sus 384 mm de diagonal, estamos ante una de las mejores pantallas que podíamos contemplar a finales de los años 90. Esta pantalla era uno de los objetos más codiciados por los diseñadores gráficos, que se quedaban absortos ante tal despliegue de color y calidad de imagen.
El monitor destacaba, además de por sus magníficas prestaciones, por ser totalmente ajustable en altura e inclinación, adaptándose así a las necesidades específicas de de cada usuario. El conjunto pesaba 4,78 kg, repartidos entre los 2,7 kg de la pantalla y los 2,08 kg del soporte de la misma. Uno de los detalles que más me llaman la atención es el cableado, envuelto en un plástico translúcido a juego con la carcasa exterior del monitor, en un ejercicio de diseño y cuidado extremo de hasta el último de los detalles.
La gama Apple Studio Display recibió varias actualizaciones, tanto en tamaño como en prestaciones, dejándose de fabricar los últimos modelos hacia el año 2004. El monitor supuso el fin de la gama iMac G3, que se vio afectado por el éxito sin precedentes de este modelo de pantalla, muy cotizado hoy día. Con respecto al precio, no tenemos detalles exactos, aunque ahora mismo los coleccionistas pueden hacerse con uno pagando alrededor de unos 100 euros en eBay, aunque suponemos que en el momento de su lanzamiento el precio sería bastante más elevado.
Como siempre, y por cortesía de nuestros buenos amigos de Shrine of Apple, os dejamos con una completa galería de fotos en la que podréis contemplar todos los detalles de esta estupenda pantalla. Disfrutadla.
excelente seguir asi
gracias Marco!