La televisión interactiva es algo que a día de hoy está bastante extendido, aceptado y normalizado en nuestra sociedad. Son variadas las ofertas de las que disponemos, desde la fibra óptica hasta la televisión por satélite, pasando por la televisión por cable. Para poder disponer de la variada oferta que actualmente tenemos han hecho falta varios experimentos, fusiones, algún que otro fracaso y también emprendedores que se lanzaran a la aventura si saber lo que se encontrarían por el camino.
En España, que por tradición va siempre con retraso respecto al resto, todo empieza en 1994 cuando Sogecable, en colaboración con Canal +, crea la plataforma de televisión por satélite analógica conocida como Canal Satélite. El resto ya es historia salpicada de fusiones, competencia feroz y escándalos, hasta llegar a la oferta de la que hoy disponemos.
Apple Interactive Television Box
En Apple, como es lógico, no iban a dejar pasar la oportunidad de entrar en el mercado del entretenimiento, y más en los años 90, época en la que en Cupertino no tenían reparos en entrar a formar parte de cualquier mercado relacionado con la tecnología y las telecomunicaciones. Así empieza a gestarse el Apple Interactive Television Box, un prototipo desarrollado por Apple en colaboración con compañías de telecomunicaciones de la talla de British Telecom o Belgacom.
El que podríamos considerar antepasado del actual Apple TV fue concebido como un centro de entretenimiento enfocado al consumo de televisión interactiva por satélite. Se trataba de un receptor de contenidos vía satélite, a los que el usuario podía acceder según sus gustos, conectándose a un servidor remoto para reproducir los contenidos seleccionados. Los planes de Apple y las empresas colaboradoras eran aprovechar al máximo la interactividad que ofrecía el Television Box, proporcionando acceso a contenidos educativos para niños y otros eventos, ya que contaba con un mando a distancia con las funciones básicas Play, RW, FF, Stop y Pause.
El receptor se construyó usando componentes proporcionados por Motorola, proveedor habitual de Apple en aquellos años, y Texas Instruments. Solamente se fabricaron unos pocos miles de unidades, ya que la intención era que algunos usuarios pudieran probar el servicio antes de comenzar con la producción en masa. Las primeras pruebas se llevaron a cabo en 1994 en 2.500 hogares de Gran Bretaña y posteriormente, durante 1995, en seis estados norteamericanos, siendo un rotundo fracaso.
Como era de esperar, la producción en masa se canceló, convirtiendo así al Apple Interactive Television Box en un objeto de deseo por parte de los coleccionistas, que encontrarán diversas versiones del receptor, desde prototipos algo toscos hasta dispositivos listos para su hipotética entrada en el mercado. Llama la atención también la disponibilidad de un manual de instrucciones, lo que hace pensar que el proyecto estuvo bastante cerca de hacerse realidad.
Nuestros amigos de Shrine of Apple nos han preparado una interesante galería de fotos de este prototipo, que os recomiendo que veáis.
