Una de las primeras palabras que nos viene a la mente cuando oímos hablar sobre Apple es sin duda la palabra diseño. Se trata de uno de los pilares por los que se rige la multinacional de Cupertino. Seguramente el culpable de todo esto sea –el maniaco, obsesionado y loco– Steve Jobs, que desechaba cientos y cientos de prototipos antes de lanzar un producto final. Pero la obsesión maníaca de Jobs dio sus frutos. No hay gadget en el mercado que sea tan reconocible ni tan codiciado como la última versión de un producto de Apple. La dedicación de la compañía a un diseño elegante y tecnología intuitiva y fácil de usar ha hecho que cada iPad, iPhone y Mac sea un enorme éxito.
¿Y cómo hacen esto los chicos de Cupertino? La compañía sigue una serie de reglas simples pero estrictas para asegurar que cada producto cumple con los estándares de Jobs para el diseño limpio y sin defectos. En primer lugar, el diseño debe complementar y mejorar la usabilidad del producto, nunca en detrimento de ella. Y, por supuesto, la estética elegante y sin complicaciones de Apple debe reflejarse en todos los componentes del producto, no importa como sea de pequeño.
La filosofía de diseño de Apple parece simple, pero su puesta en práctica es más difícil. A continuación, gracias a un video de One Minute MBA aprendemos las cinco bases para diseñar como Apple. Cinco bases que cualquier diseñador puede usar hoy en día y que sin duda a más de uno le sorprenderán.
El diseño de alta calidad lo abarca todo. Esta es la filosofía de Apple, si tienen un buen diseño gran parte del trabajo ya está hecho. Se trata de centrarse en sacar un producto de calidad y con un diseño que esté a la altura.
El producto debe funcionar para el beneficio de los consumidores. Esto es como eso de “el cliente siempre tiene la razón”. En una empresa hay que buscar el beneficio del consumidor, que esté contento. Siempre hay que buscar las necesidades del consumidor final.
Optimizar el producto que sea intuitivo para el consumidor. De poco sirve crear un móvil precioso que aporte más bien poco al que lo compra. Por eso, cuando cogemos un iPhone en nuestras manos por primera vez, en cierto modo, ya sabemos como utilizarlo.
El producto que diseñamos es una herramienta y hay que buscar la manera de diseñarlo que sea simple y sorprenda. Esto se explica mejor con un ejemplo, ¿que preferimos, un móvil con antenas, cables, botones y lucecitas o el diseño rectangular y minimalista del iPhone?
El producto llegará a ser como una extensión del consumidor. Hay que diseñarlo de tal forma que se adapte al consumidor, que sea como una parte más del que lo compra. Se trata de crear un producto que se compenetre con el consumidor final.
Estos son cinco bases que tiene esta filosofía de diseño. ¿Y vosotros?, ¿creéis que Apple ha llegado donde esta ahora gracias a estas cinco bases?