Si hay algo que diferencia a los usuarios de Mac y de Windows claramente es su actitud a la hora de actualizar su sistema operativo. El usuario de Microsoft suele ser bastante pasivo y utiliza el ordenador por inercia, le da igual el estado del sistema y las actualizaciones. El usuario de Apple sin embargo mima mucho más su sistema, también porque es por regla general un usuario más avanzado, y siempre intenta estar a la última de las actualizaciones.
Un claro ejemplo es el de la migración de OS X Lion a Mountain Lion, que supone la actualización más veloz de usuarios de la historia del sistema operativo de escritorio de Apple. Windows no corre de la misma suerte, y es cuestión de años que la gente se vaya actualizando, muchas veces porque compran un ordenador nuevo, y su ordenador con la versión antigua de Windows acaba en la basura.
Por regla general, y tomando como ejemplo las últimas tres versiones de OS X, en sus primeros cinco meses de vida, un tercio de sus usuarios ya se han actualizado a la nueva versión. En 2009, el 32% de los Mac tenía Snow Leopard tras cinco meses en el mercado. En 2011 y 2012, el 29% de usuarios de Lion y Mountain Lion ya se habían actualizado al quinto mes, respectivamente.
Windows 7 necesitó un año para llegar al 30% de PC, mientras que OS X Lion lo hizo en un período inferior a cinco meses.
Si nos vamos al mundo Windows, al final de su quinto mes de vida, Windows 7 estaba solo en el 11% de los PC. En el caso de Vista, el porcentaje era mucho más pobre: 5% de cuota de mercado en los primeros cinco meses. Aún no podemos decir mucho de Windows 8, porque aún no han pasado cinco meses desde que salió al mercado.
¿Por qué los maqueros actualizan tan rápido OS X?
Una de las razones por las que los usuarios de Mac actualizan su sistema operativo tan rápidamente es principalmente por el precio. Las tres últimas versiones de OS X valen menos de 30 euros.
Windows por contra, lleva costando varios cientos de euros desde que existe, llegando a costar más de 500 euros en sus versiones Ultimate. Microsoft ha aprendido que este no es el camino correcto, y han puesto Windows 8 a un precio mucho más suculento, pero que aún no se acerca a los 17,99 euros que cuesta Mountain Lion.
Las empresas tienen parte de la culpa de que Windows salga mal parado en las estadísticas de actualización, ya que bajo su poder se encuentran millones de PC que tardan hasta cinco años en actualizarse de Windows. La mayoría de empresas siguen utilizando Windows XP, mientras que son pocas las que empiezan ahora a pensar en subir a Windows 7.
Snow Leopard aún sigue ahí
Parece ser que Snow Leopard se está convirtiendo en el Windows XP de Apple. Es considerado por muchos como el mejor sistema operativo de escritorio jamás creado por Apple, y aún sigue ejecutándose en casi el 30% de los Mac existentes.
Una de las razones que lo hacen aún un sistema operativo popular es que Mountain Lion deja a muchos Mac fuera de juego al no poder actualizarse, y Lion ofrece un rendimiento muy pobre, por lo que son muchos los usuarios que prefieren volver atrás, como muchos usuarios de Windows Vista hicieron volviendo a Windows XP.
Pero OS X aún tiene mucho camino por recorrer si quiere llegar a ser un sistema operativo de las masas. Tenemos que tener en cuenta que sólo el 7,3% de ordenadores portátiles en el mundo corren OS X, mientras que Windows se come casi la totalidad del pastel restante.
Pero no es cuestión de versionitis, simplemente es, que si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Mi primer MB se quedó en Tiger, aunque tuvo la opción de Leopard y Snow Leopard. Tengo un Air que se quedó en Snow Leopard, y, la verdad, nunca he tenido necesidad de actualizarlo 😉