Safari se gestó camuflándose como Mozilla en los registros de acceso a los servidores

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Safari fue uno de los valores añadidos más importantes de Mac OS X, que por aquella época sólo disponía de Internet Explorer para que los usuarios navegaran por Internet. En el baby Internet de la época no era necesario mucho más, pero en Windows ya existía una alternativa llamada Mozilla, y Apple quería darle a sus usuarios un navegador que estuviera a la altura del sistema operativo más avanzado del mundo. Aquí comienza una historia en la que Apple desarrolló Safari a espaldas de todos camuflándolo como Mozilla hasta que fue presentado finalmente.

Safari se camufla con la piel de Mozilla

Antes de que Apple tuviera su propio navegador, los usuarios de Mac sólo tenían la opción de utilizar Internet Explorer. Y parte del plan de Steve Jobs volver a llevar al Mac a lo más alto era crear su propio navegador, que le diera identidad propia.

Como era de esperar de Apple, el proyecto empezó siendo de alto secreto. Incluso algunos empleados de los cuarteles generales no sabían que Apple estaba gestando su propio navegador. Este secreto absoluto complicó las cosas porque era realmente difícil probar el navegador conforme iba siendo desarrollado, ya que los servidores de las páginas web identificarían a Safari antes de que Apple lo presentara.

Pero antes de tomar este riesgo y romper la sorpresa, Apple escondió inteligentemente Safari, haciéndolo pasar por Mozilla, y este truco funcionó realmente bien. Don Melton, uno de los empleados de Apple que estuvo detrás del proyecto, declaraba lo siguiente:

Twitter y Facebook no existían por aquella época. Nadie que trabajara en Apple en su sano juicio escribiría sobre esto en un blog, Así que, ¿por qué debíamos estar preocupados? Los registros de los servidores, eso me asustaba bastante.

Cuando un navegador web descarga una página de un servidor, el navegador se identifica al servidor con un Agente de usuario –lo que comúnmente podríamos llamar su nombre, versión, plataforma, etc–. El navegador también ofrece su IP al servidor para que éste sepa donde enviar la página. Pero este intercambio no solo hace que funcionen las páginas web, también permite saber al servidor quién está usando ese navegador y dónde lo están usando. Esto se traduce en que alguien que viera un nuevo navegador con IPs en Cupertino activaría todas las alarmas y descubrirían a Apple.

Pero aún hay más. Allá por los noventa, algunos de los encargados de seguridad en Apple, se agenciaron con más de 16.000 direcciones IP estáticas de Clase A. Estas direcciones además son consecutivas, por lo que todas empiezan por el número 17.xxx.xxx.xxx. ¿Una IP de 17.149.160.49? Eso viene de Apple. ¿17.1.2.3? Me temo que también, y así sucesivamente.

Así que tuvimos que cambiar el agente de usuario camuflando Safari con otro nombre, aunque la gente supiera que un navegador Mozilla surcaba la web desde las oficinas de Apple, nadie se imaginaría que estábamos desarrollando un navegador.

Archivado en Historia, Mozilla, Safari, Servidores
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