Ya estamos de vuelta, una semana más, en Apple Vintage, la sección retro de Applesencia en la que recuperaremos los productos que han ido marcando la evolución de Apple hasta convertirse en la compañía que todos conocemos hoy en día. En esta ocasión, echaremos un vistazo a AppleWorks 6, la suite ofimática que abrió las puertas a la llegada de iWork.
Pongámonos en antecedentes. Obviando el primer editor basado en texto para el Apple II, han existido otros dos programas completamente diferentes conocidos como AppleWorks. En 1989, 5 años después de que viera la luz, Claris, una compañía de software subsidiaria de Apple, recogió el testigo para hacerse cargo de las versiones posteriores de la suite. Así, coexistiría durante varios años con ClarisWorks hasta que fuese relegado a un segundo plano en favor de ésta.
En 1998, el nombre de AppleWorks fue recuperado de nuevo por Apple tras deshacerse de la filial, hecho que traería consigo el nacimiento de las versiones modernas de AppleWorks, que además serían incluidas de serie en la mayoría de equipos Mac vendidos desde entonces.
En marzo del año 2000, sería lanzada su última versión, AppleWorks 6, que pondría el punto y final a una longeva y fructífera historia. Curiosamente, no consiguió poner el broche de oro puesto que trascendió como una revisión menor que presentaba diversos problemas, como la eliminación de numerosos traductores de archivos.
Principales características de AppleWorks 6
Lo primero que llamaba la atención de AppleWorks 6 era sin duda su remozada interfaz que guardaba ciertas similitudes con la interfaz Aqua de OS X. No obstante, no fueron pocos los usuarios que la criticaron hasta la saciedad debido a que no solo no facilitaba el manejo, sino que además presentaba algunos inconvenientes como era el hecho de que muchos de sus elementos no guardaban relación alguna con cualquier otra aplicación estándar del sistema operativo.
La irrupción de los menús y paletas flotantes en la ventana principal de la suite fue implementada con un claro objetivo: permitirnos trabajar con un número de píxeles mucho mayor. Así lo dejo patente Apple en el centro de ayuda online de AppleWorks 6:
AppleWorks 6 ofrece una mayor flexibilidad a la hora de gestionar el estado real de la ventana del documento.
Merece la pena destacar también dos interesantes novedades como fueron los Puntos de Partida y el Autoguardado. El primero proporcionaba un fácil acceso a nuevos documentos, asistente de impresión, elementos recientes y plantillas. Autoguardado, por su parte, hacía que AppleWorks guardase todos los documentos abiertos de forma periódica. Dichos documentos no eran sobrescritos, sino que eran volcados en un directorio habilitado para recuperaciones de emergencia; de este modo, si el Mac se bloqueaba o apagaba repentinamente con un documento abierto, en la siguiente ejecución nos ofrecería la posibilidad de recuperar la sesión.
AppleWorks 6 estaba compuesto por 6 módulos: procesador de texto, hoja de cálculo, editor de bases de datos, un módulo de pintura, otro de dibujo y uno destinado a la creación de presentaciones. Es fácil imaginar qué funciones realizaba cada uno, por lo que no entraremos en detalles, salvo para especificar que el primero constituía el núcleo del programa, siendo lo suficientemente potente como para cubrir las necesidades de los usuarios más exigentes.
Mención aparte merecía su integración con internet, gracias a la que era posible realizar búsquedas de clips o imágenes para incorporar en los documentos en los servidores proporcionados a Apple por Akamai. Éstos podían ser descargados de forma transparente sin necesidad de abrir el navegador o de preocuparse por su codificación o descompresión.
AppleWorks 6, cuyo coste cuando salió al mercado fue de 68 dólares, era compatible con equipos Mac que tuvieran instalado Mac OS 8.1 o posterior y que contasen con, al menos, 24 MB de memoria RAM. Pese a que fue visto como una actualización innecesaria, sobre todo por parte de los usuarios más duchos, el largo recorrido de AppleWorks ha hecho que quedase para el recuerdo como uno de los productos de software más estratégicos de Apple.
En agosto de 2007, en Cupertino decidieron licenciar a AppleWorks tras dos décadas de servicio. El paquete iWork, creado dos años antes, se convirtió inmediatamente en su reemplazo natural. Aún hoy día, a pesar de disponer de procesador de texto, hoja de cálculo, un programa de presentación de diapositivas y características mucho más ricas, sigue careciendo de muchos de los módulos y la integración de aquél.
Antes de despedirnos por hoy, os dejamos con una extensa galería de fotos por cortesía de la web Shrine Of Apple.
Dentro de 7 días continuaremos con nuestro particular repaso por la fructífera historia de Apple. ¡No os lo perdáis! Si ansiáis que desempolvemos algún producto en particular o si tenéis en casa alguno que os gustaría que incluyésemos en futuras entregas, os invitamos a que lo compartáis con nosotros.