Por todos son sabidas la gran cantidad de virtudes que nos brinda el sistema operativo por excelencia de los de Cupertino, OS X, empezando por su diseño, siguiendo por su facilidad de uso y acabando por su excelente funcionamiento. Pero seamos sinceros, todos en algún momento hemos echado de menos Windows. Si eres desarrollador posiblemente hayas necesitado hacer uso de Visual Studio, o si eres gamer ya sabemos todos que necesitas el sistema de Redmond para disfrutar de la inmensa mayoría de juegos.
Pero no desesperemos, tenemos dos opciones para solucionar estas necesidades. OS X ya incorpora una utilidad para instalar Windows en una partición y usar nuestro Mac con dual-boot, ya aprendimos a instalar Windows con Boot Camp. Eso tiene un gran inconveniente, y es que necesitaremos reiniciar para cambiar entre OS X y Windows. La segunda opción es Parallels, se trata de una aplicación que nos permite montar una máquina virtual y poder usar Windows con solo un click.
¿Qué necesitamos?
Para empezar a montar nuestra máquina virtual necesitamos dos cosas:
- Una imagen .iso de Windows
- Parallels 9, lo podemos descargar en su página oficial
Montando nuestra máquina virutal
– Al abrir por primera vez Parallels nos encontraremos una ventana donde nos dará a elegir entre instalar Windows desde un archivo de imagen o migrar Windows desde un PC. Nosotros elegiremos la primera opción y pulsaremos Continuar. – En esa nueva ventana tendremos tres opciones. Tendremos que hacer click en Archivo de imagen y arrastraremos nuestra imagen de disco en el área designada para ello. Parallels analizará la imagen y nos dará el visto bueno. Estamos listos para pasar al siguiente paso. – Ahora es el momento de activar Windows, para ello hay que introducir el código de activación en la caja de texto que encontraremos. En caso de que nuestro Windows no necesite activación o queramos activarlo más tarde desactivaremos la opción Esta versión requiere una llave de producto. – En la nueva ventana que tenemos ahora se nos plantean dos opciones. La primera es Como un Mac, si nos decantamos por esta no tendremos escritorio de Windows sino que aparecerán las ventanas directamente como si fuesen una aplicación más de nuestro Mac. Si seleccionamos Como un PC dispondremos del escritorio clásico de Windows donde podremos trabajar como si lo hiciésemos en un PC.
– Damos nombre a nuestra máquina virtual y seleccionamos una carpeta donde se guardará todo lo relacionado con ésta. – Aquí viene lo más importante. Configuraremos los recursos de los que queremos que disponga la máquina virtual. Nosotros hemos elegido que trabaje con 4 CPUs y 4 GB de RAM. Además podremos configurar cómo queremos que funcione Parallels a nuestro gusto con las pestañas Opciones, Hardware y Seguridad. – Pulsamos Continuar y comienza el proceso de instalación de Windows. Ya solo queda esperar y podremos trabajar como si lo hiciésemos en un PC.
Ya tenemos nuestra máquina virtual disponible para usar cualquier programa de Windows. Debemos tener en cuenta que nuestro ordenador está corriendo dos sistemas operativos simultáneamente y esto merma el rendimiento, sobre todo de OS X. A partir de la instalación tendremos todos nuestros dispositivos funcionando en Windows (USB, impresoras, HDDs..). Por último advertir que hemos tenido problemas al llevar a cabo este proceso en OS X 10.10 Yosemite, recordamos que está en fase beta y ha mucho que solucionar.