Ayer mismo Apple señalaba en su portal de desarrolladores que el 63% de los dispositivos iOS están ejecutando iOS 8. Para calcular estas cifras Apple se ha basado en las descargas realizadas en la App Store durante el día 8 de diciembre. Teniendo en cuenta que el pasado 24 de noviembre el porcentaje estaba en 60% el cambio no es tan alto, pero significativo. Y es que la tasa de adopción de iOS 8 ha sido la más lentas de todas las versiones, seguramente el miedo a relentizar dispositivos viejos y los problemas para actualizar han sido factores clave.
Los 37% restantes están repartidos entre iOS 7 –con un 33%– y versiones anteriores –4% sobrante–, sea como sea, Apple ha conseguido mantener un alto número de dispositivos en la última y penúltima versión, algo de lo que no pueden disfrutar en otras plataformas.
Para poner los datos en contexto, el año pasado por estas fechas la tasa de adopción e iOS 7 era de un 74%, esta es una gran diferencia, y los factores mencionados antes –así como el hecho de que la actualización requiera de aproximadamente 2 GB de espacio libre– tienen mucho que ver.
Por otra parte, desde el lanzamiento de iOS 8 Apple ha ofrecido diferentes actualizaciones para corregir errores menores. Es el caso de la actualización de ayer a iOS 8.1.2, una versión que viene a corregir detalles insignificantes, pero actualización más que necesaria.
Por último, y no menos importante, hay que tener en cuenta que para calcular estos índices de adopción se tienen en cuenta tan solo los dispositivos que pueden ejecutar iOS 8, por lo que dispositivos como el iPhone 3G, 3GS o 4 no entran en estas estadísticas. En cierto modo esto es una manipulación de los datos, aunque el sesgo llega a ser muy pequeño, pues la cantidad de dispositivos antiguos es ínfima.