Sabíamos que los de iFixit no se demorarían mucho. Si hace unas horas os enseñábamos cómo un medio chino se había hecho con el nuevo MacBook y lo habían destripado con fotos de dudosa calidad, iFixit vuelve a las andadas con sus famosos teardown que nos ponen los dientes tan largos a todos.
Lo primero en lo que hacen hincapié es en lo pequeño que es el cargador, que es tan solo ligeramente más grande que el de un iPad, siendo bastante más contenido que el clásico de 60 W que usa el MacBook Air. Es hora de asumir que el MagSafe ha muerto, y el futuro es el USB tipo C. Con el nuevo MacBook se pierden dos de los elementos más característicos de los portátiles de Apple: el conector de carga magnético y la manzana retroiluminada.
Si lo comparamos con el último MacBook blanco de plástico que sacó Apple, el nuevo MacBook es menos de la mitad de grueso que el blanquito, es mucho menos pesado, y también prescinde de casi todos los puertos con los que éste último contaba.
Una vez que se quitan todos los tornillos inferiores, tenemos acceso al ordenador, cuya carcasa inferior también lleva componentes electrónicos, y no se limita a ser una simple carcasa. Es la primera vez que Apple pone parte de la batería y la placa base en la carcasa inferior. Nada nuevo respecto al Force Touch, que es exactamente igual al que equipa el MacBook Pro de 13 pulgadas.
Desconectar la batería de la placa base es bastante más complicado que antes, y ahora es mucho más parecido a cómo se hace con el iPad, ya que hay un botón oculto que nos permite desconectarla. Es la primera vez que se usa algo así en un ordenador portátil. Se nota que el espacio no se puede desaprovechar.
El disipador del procesador está atornillado al mismo, y cubre más partes de la placa base, que ayudarán a que todo se refrigere mejor. Las baterías, como era de esperar van pegadas a la carcasa, nada de tornillos. Esto hace una tarea bastante complicada el despegue de las mismas. Otra de las novedades es que los propios altavoces hacen de antenas, gracias a la cobertura dieléctrica de aluminio, cosa que ayuda a optimizar el espacio hasta límites como este.
Debajo de las baterías hay una capa aislante contra el teclado, para que no suframos del calentamiento del ordenador en nuestros dedos. Las teclas salen muy fácilmente haciendo palanca, por lo que si algún día se rompe o perdemos alguna será sencilla de reemplazar. Como bien nos contaron, cada tecla tiene su LED dedicado para una retroiluminación más uniforme y de calidad.
Era de esperar, este MacBook tiene una puntuación de 1 sobre 10 en cuanto a facilidad de reparación, por lo que estamos ante uno de los Mac más complicados de desmontar y reparar, es toda una odisea.
