En el mundo comercial, la imagen lo es todo. Te cautiva o te repele con un simple vistazo. En cada elemento comercial, por muy insignificante que pueda parecer, siempre se cumple esta regla, desde la presentación y puesta en escena de un coche en su concesionario, hasta un simple caramelo. Sin embargo, una vez que te haces con ese artículo que tanto te ha atraído, entiendes que las expectativas no siempre se cumplen. Hasta el dulce con el envoltorio más bonito del mundo, puede ser el peor que hayas probado nunca.
En el mundo de la telefonía también se aplica esta regla. Los fabricantes de las distintas marcas se esmeran muchísimo en el ”envoltorio” de sus diferentes dispositivos, desde la el manual de instrucciones hasta el cuerpo del mismo terminal. El ejemplo más claro es la misma Apple, donde las presentaciones y puestas en escena de cada uno de sus productos son –en su mayoría– brillantes. Pero todo esto es el exterior, lo que realmente importa en mayor medida, como en todas las cosas de la vida, es el interior. Ya no sólo su procesador, cámara, chips o batería, que también, sino la organización de los mismos componentes y sus materiales de construcción, favoreciendo, entre otras cosas, una mejor reparabilidad frente a posibles daños.
Vayamos con algunas comparativas. Como es lógico en esta sección de Difoosion, uno de los ejemplos va a ser un iPhone, en este caso el iPhone 6, y el otro va a ser un HTC One M8. Ambos terminales son premium tanto en sensaciones como materiales externos. Una buena pantalla y un cuerpo de aluminio que sienta realmente bien a la mano. En lo que a estética se refiere, dos terminales muy top. Pero en cuanto levantamos la tapa de ambos, las diferencias saltan a la vista. En estas imágenes de iFixit podremos verlas con más claridad.
Para acceder al interior del iPhone 6, debemos retirar los dos tornillos que se encuentran a izquierda y derecha del conector Lightning. Posteriormente, con una pala de plástico a ser posible, realizamos palanca en la zona inferior –entre la pantalla y la coraza de aluminio–, consiguiendo separar por un lado la pantalla y por otro la cubierta de aluminio con el resto de componentes, siendo este el resultado.
Una vista muy organizada, con materiales de calidad, favoreciendo la durabilidad y posible reparación del mismo en caso de avería. Vayamos ahora con el caso del HTC One M8.
Para llegar hasta el interior del HTC One M8, debemos empezar por retirar los embellecedores de los altavoces delantero y quitando los tornillos que encontraremos detrás. Acto seguido, mediante una pala de plástico vamos haciendo palanca por los bordes, quitando todas las pestañas que encontremos alrededor de los mismos. Una vez lo consigamos, podremos ver el interior de uno de los tope de gama de HTC. La vista no puede ser más sobrecogedora.
El panorama es bastante desorganizado, con muchas cintas, aislantes y cables que se encuentran en posiciones complicadas, comprometiendo una mayor durabilidad o una futura reparación, ya que es complicado de predecir donde va cada componente.
Como habéis podido observar, el diseño del iPhone 6 no es sólo destacado por fuera, también tiene uno muy completo en su interior, cosa que el HTC One M8 no posee.
@charlesarthur Having repaired one recently I’m not surprised, horrid pic.twitter.com/pdt7p5TGi2
— Darren Griffin ⌚️ (@DarrenGriffin) enero 26, 2016
Eludiendo favoritismos y siendo objetivos, por experiencia propia, puedo decir que el ejemplo del HTC no es el mejor. En otro de los grandes rivales del iPhone 6, el Samsung Galaxy S6, posee un diseño interno bastante mejor que el One M8. No es tan fácil de abrir como el iPhone 6, pero una vez dentro podemos distinguir los componentes sin volvernos locos.
El diseño lo es todo, y si Apple tiene gran fama en tenerlos sobresalientes en la mayoría de dispositivos que produce, es por méritos propios, ya que no sólo basta con el diseño externo, sino también el interno.