Uno de los principales debates que se producen constantemente en los Estados Unidos es el tema de las patentes. La amplia flexibilidad y la escasa especificación del registro ha producido grandes conflictos entre multinacionales y grandes empresas a lo largo de los años. Es por ello que no es la primera vez que la firma californiana se encuentra ante una situación de este estilo, ya que hace unos años hubo una fuerte batalla entre la empresa de la manzana y Samsung.
¿Plagió Apple los bocetos de Thomas S.Ross?
Por 1992 la telefonía móvil había empezado a estallar en Norteamérica siendo los terminales de Motorola los móviles más vendidos de la época. Según Thomas S.Ross, un ciudadano del estado de Florida, asegura haber presentado en ese año una patente de un dispositivo de lectura electrónica y según él con un diseño similar al famoso terminal de los de Cupertino.
El motivo por el que este señor reclama un juicio contra Apple es por el plagio de sus bocetos por parte de la firma californiana en el diseño del iPhone. No obstante, reclama alrededor de 10.000 millones de dólares por el daño irreparable.
Una patente sin trámite final
Dicha patente del señor Thomas S.Ross nunca fue aprobada, ya que no pudo pagar los derechos correspondientes, por lo que el registro fue anulado tres años más tarde. Para este señor este obstáculo no es ningún problema, puesto que afirma que Steve Jobs podría haber rebuscado entre estos papeles perdidos para lograr ideas en el diseño del más que conocido iPhone.
La postura del señor Ross ante esta situación es contundente y reitera que su boceto fue el primero en reflejar la idea de un dispositivo electrónico que combinara las funciones de un teléfono y el entretenimiento.
Tal y como se refleja en las imágenes es difícil garantizar la fiabilidad de este señor, ya que muchas veces la función principal de una patente es sacar tajada de la competencia o de una firma en concreto. Ahora solo queda esperar que la justicia estadounidense dictamine la sentencia final, aunque todo apunta a que los de Cupertino saldrán victoriosos por la falta de pruebas fiables y por la relatividad del caso y de las imágenes.
