En las últimas horas ha surgido un nuevo rumor relacionado con los smartphones de la empresa de Cupertino. La diferencia es que en esta ocasión, no guarda relación con la inminente llegada de la nueva generación de iPhone, sino con la que llegará en 2018.
No es la primera noticia que nos llega de futuras generaciones –posteriores a la que está por llegar– de iPhone. No hace mucho vimos otro rumor sobre la generación que debería hacer su aparición en 2017, el cual trataba acerca de la esperada pantalla OLED. Una tecnología conocida por todos –desde hace ya tiempo integrada en la competencia–, pero inédita en el dispositivo móvil de la firma californiana.
Esta vez los rumores van más allá, centrándose en la generación de iPhone que vería a luz en 2018. Según apunta el diario asiático Nikkei, el fabricante de procesadores de los actuales iPhone 6s y iPhone 6s Plus –junto con Samsung–, la compañía taiwanesa TSMC, podría verse desplazada por nada más y nada menos que Intel, el mayor fabricante de circuitos integrados del mundo.
Una alianza que ya dio frutos
No sería la primera vez que ambas compañía se unen. Un ejemplo claro de ello son los diferentes ordenadores y portátiles presentados por la compañía de Cupertino. Pero Intel quiere más. Quiere meterse de lleno en el sector de los smartphones y tablets, y conseguir el mismo prestigio que en el mundo de los ordenadores, donde muy pocos pueden acercarse a su nivel.
El resultado no cabe duda que sería muy bueno. Habría que esperar a que se aproxime más la fecha indicada para conocer si dicha información es verídica o no, pero todo a punta que dicha unión no sería tan descabellada puesto que Apple está buscando un fabricante de igual o mayor nivel que TSMC –sobran dedos de una mano para los candidatos a ello–, que pudiera aumentar las posibilidades de suministros y no verse superados por la posible demanda que pudiera tener el producto.