El mercado actual de wearables está en alza, la tecnología presente en el smartwatch de Apple permite a los usuarios interaccionar con contenidos digitales de una forma mucho más cómoda, precisa y rápida, sin utilizar un smartphone.
Sin embargo, el crecimiento de las ventas del Apple Watch nos plantea una serie de dudas: ¿Es suficiente la tecnología incorporada en el smartwatch como para dejar de lado a los relojes tradicionales? ¿Es el momento adecuado para este cambio? ¿Qué ventajas ofrece un Apple Watch con respecto a un reloj de lujo?
Hace unos meses, supimos que el Apple Watch estaba superando en ventas a los relojes suizos, una industria que hasta ahora estaba monopolizando el mercado. De hecho, las ventas de los relojes suizos bajaron un 8,5 %. No obstante, los relojes de lujo cuentan con algunas características exclusivas de las que el wearable de Apple no dispone.
En primer lugar, los relojes de lujo cuentan con materiales de primera calidad, están fabricados a mano, y aportan ese look tradicional que curiosamente resulta más elegante y atractivo a la vista que el diseño de un smartwatch.
Obviamente un reloj de lujo no puede ofrecer las mismas prestaciones que un smartwatch. Pero cumple su función a las mil maravillas, dar la hora; que es precisamente lo que un reloj debe hacer. Y, adicionalmente, los relojes de lujo tradicionales siempre tendrán ese romanticismo y esa magia que los smartwatches no tienen.
Quizás este no sea el momento adecuado para el Apple Watch. Sí bien es cierto que sus funcionalidades nos ayudan en una gran parte de nuestras tareas en la vida cotidiana (mensajería instantánea, reproducción de audio, planificación de proyectos, seguimiento de ejercicio físico…), cualquier wearable tiene un amplio margen de mejora.
En este sentido, los consumidores están de enhorabuena, porque es muy posible que el segundo modelo del smartwatch de Apple incorpore novedades muy interesantes. El Apple Watch 2 podría incluir GPS, resistencia al agua, e incluso una cámara frontal FaceTime. Pero, por ahora… el smartwatch dista mucho de ser perfecto.
¿Qué conclusiones sacamos de todo esto? En primer lugar, el smartwatch jamás podría compararse con un reloj tradicional, en mi humilde opinión son productos completamente diferentes. En segundo lugar, en los tiempos que corren es más productivo comprar un smartwatch que comprar un reloj normal y corriente; pero como mencionábamos previamente, al Apple Watch todavía le falta mucho que mejorar.
¿Qué pensáis vosotros/as sobre todo esto? ¿Creéis que las ventas de los relojes de lujo seguirán cayendo frente al Apple Watch? ¿Necesita Apple mejorar sus materiales de fabricación?
