Queda más bien poco para que Apple vuelva a presentar unos nuevos iPad. Sí, decimos nuevos porque no va a venir uno solo, sino que los de Cupertino nos podrían tener preparados hasta cuatro modelos distintos –para dar y tomar–, por lo que toca empezar a plantearse si nos conviene adquirir uno de estos nuevos dispositivos, uno antiguo o, en general, si merece la pena comprarse un iPad.
Un iPad, ¿sí o no?
Entras a una tienda, vas a la sección de tablets y, ¿qué ves? gente mirando los iPad, pensando si sería una buena idea comprar uno para la familia, o para sí mismos. ¿Por qué lo consideran como una opción? Probablemente sea por la comodidad de una mayor pantalla, de tener la posibilidad de tener dos aplicaciones al mismo tiempo en una pantalla dividida, por la mayor potencia o por la novedad que ha supuesto el Apple Pencil.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y empezamos por el interior para darnos cuenta de esto. Con ver que los iPad cuentan con iOS ya “se nos cae el chiringuito”, y es que ¿de qué nos sirve un dispositivo que es simplemente un iPhone en grande? En eso se basan principalmente la gran mayoría de críticas que se les hacen a los iPad. Porque sí, es un dispositivo más grande, bastante potente y versátil. Sin embargo, no nos aporta nada que no nos pueda dar nuestro iPhone –salvo la multiventana, que en 5,5 pulgadas no tiene mucho sentido.
En resumidas cuentas, si el dinero no es un problema, crees que puedes sacar partido al Apple Pencil, a la doble ventana o a otra de las características diferenciales que nos proporciona un iPad –que tampoco son demasiados–. Personalmente, me aseguraría de tener mejor un iPhone bien potente (preferiblemente la versión Plus por tamaño) antes de gastarme una absurda cantidad en un iPad que no voy a darle demasiado uso.
Y tú, ¿ves un iPad una buena compra?