Siempre fue uno de los grandes propósitos y sueños de Steve Jobs, fundador y padre de Apple, darle un lavado de cara y reinventar la industria automovilística. La razón por la que Steve siempre quiso hacer esto, es al igual que con los iPhone, revolucionar y hacer un mundo aparte, a años luz de distancia del que todos conocemos.
Muchísimos expertos y trabajadores de Apple, saben muy bien que el proyecto de construir y desarrollar un coche está en un rincón guardado o transformado en algún tipo de aplicación software para coches. Dicho todo esto, el director de Apple, entre los años 1999 y 2015, Mickey Drexler, seguía convencido de que Steve Jobs había soñado con realizar este gran cambio para la industria y para Apple.
Todo eran risas, hasta que un buen día, un equipo de unos aproximadamente 1000 personas, compuesto por trabajadores e investigadores de Apple, se juntaron para desarrollar en secreto el famoso “Proyecto Titán”. Esto empezó a difundir el rumor de que la compañía poseía un laboratorio secreto de pruebas de coches en Silicon Valley, al sur de la bahía de San Francisco, California, muy próxima a su sede central.
La idea y concepto del vehículo de Apple está siendo desarrollado por un fabricante de coches autónomos, llamado Magna Steyr. Este proyecto se ha visto ralentizado por un gran número de baches en lo que a tecnología y dinero se refiere. Muchos indicios apuntan a que este proyecto se ha tenido que cancelar, mientras que aún más pruebas señalan que Apple está manos a la obra y como bien sabemos, cuando Apple se propone algo, lo consigue, por muy difícil que pueda llegar a ser.
¿Por qué mucha gente cree que Apple sigue llevando a cabo este proyecto?
No es ninguna novedad para nadie que Apple es una de las compañías más ricas del mundo en la actualidad, lo cual, quiere decir que, como hemos dicho más arriba, los problemas financieros no serían un obstáculo para los de Cupertino. Parece que Apple está pensando a conciencia adentrarse en otros mundos, como el mercado del automóvil, y no sería nada nuevo, pues ya dieron el gran salto de hacer ordenadores a móviles, con exactamente el mismo propósito que ahora, cambiar la forma de lo primero que se nos vendría a la mente al oír la palabra coche.
Está bien claro, el siguiente objetivo de Apple tiene que ser mayor, un mercado más extenso que el cual hoy domina con puño de hierro, en el que, en 2016, significó un valor global que redondea los 430.000 millones de dólares. Muchos analistas están diciendo que el mercado del automóvil autónomo llegará a la impresionante cifra de 2.600 billones de dólares para el año 2030, para este quedan 13 años, 13, exactamente el mismo número de años que tiene hoy el primer iPhone.
Fuentes: ComputerWorld
