Hace pocos días os contábamos las últimas informaciones que apuntaban al hecho de que el nuevo iPad Pro presentado unas semanas antes en el WWDC 2017 era más potente que los MacBook Pro de 2017. Puede parecer que es una buena noticia en toda regla y, de hecho, en parte lo es. Sin embargo, el problema radica en la necesidad que tenemos de esta potencia en un iPad, que es prácticamente nula. ¿Realmente necesitamos tanto en iOS?
Los iPad necesitan macOS
A estas alturas de la película ya hemos repetido esta idea hasta la saciedad, y es que iOS es completamente inútil a la hora de ser productivos con nuestro iPad. Sí, es cierto que contamos con una serie (corta) de aplicaciones bien adaptadas –algunas deberían pulirlas, que se lo digan a Twitter–, aunque hay que reconocer que ni estas aplicaciones nos dan todo el potencial, ni hay tantas como en el ecosistema de macOS. A esto se le suma el hecho de que la multitarea en iOS no existe.
Sí, tal cual lo has leído, y es que no podemos decir que exista una multitarea real cuando el software de los de Cupertino simplemente ”congela” las aplicaciones en segundo plano. Es verdad que hay aplicaciones como Spotify que siguen reproduciendo la música, o como WhatsApp, cuyas notificaciones recibimos, pero mejor no pruebes a dejar las canciones de Spotify descargándose en segundo plano. Experiencia propia, créeme.
Claro está, sin demasiadas aplicaciones, sin la posibilidad de instalar programas propiamente dichos y sin una multitarea en condiciones, ¿de qué nos sirve tanta potencia en un iPad? Como mucho podremos utilizarlo como un “iPhone grande”, nada más. En definitiva, pagar más por un iPhone gigantesco que es más potente que un MacBook Pro costando la mitad y no sirviendo ni para una décima parte de lo que este portátil nos puede ofrecer.
En otras palabras, ahorra para un MacBook, y no desperdicies tu dinero en el nuevo iPad Pro
