Como ya bien dijo Donald Trump más de una vez, hay que apoyar a las marcas a construir y a desarrollarse dentro de los Estados Unidos, no fuera de sus fronteras. Parece ser que este plan se lo ha tomado muy enserio últimamente el actual presidente electo de la primera potencia mundial en la actualidad. Trump ha apoyado numerosas veces a Apple para que deje de fabricar sus terminales en el extranjero, más concretamente en China, debido a sus mínimos gastos en la mano de obra y en los materiales necesarios para la construcción de uno.
Apple en apuros
Ya pudimos ver en casi todos los medios que Apple cometió un delito en Europa, el cual hacía que en sus ventas no se cobrase la tasa de impuestos correspondiente en Irlanda. Tras esto la Unión Europea desde Bruselas les sancionó con una multa que incluso para una marca como es la empresa de Cupertino es lo suficientemente grande como para hacer que nuestra querida manzana mordida llegue a tener problemas.
Bruselas ha pedido a la empresa de Cupertino simplemente que paguen todo lo que no han abonado al estado, esto supondría la friolera de 13.000 millones de euros, no de dólares, pues si fuera en la moneda americana la multa sería mucho menor. Han sido muchos los casos de quejas por parte de Apple sobre el trato que le han dado otros países en el extranjero, algunas de ellas han llegado hasta la Casa Blanca, este en concreto durante el mandamiento de Barack Obama.
Estados Unidos, tal y como dijimos antes, está a favor de que las empresas autóctonas sigan creciendo para volver a hacer que Norte América vuelva a ser la primera potencia mundial con un gran margen de diferencia de la segunda. Siguiendo esta idea, los altos cargos del gobierno de este país han defendido a Apple frente a la sanción impuesta por Bruselas alegando cargos y sacando leyes que ni se sabía que existían solo para evadir esta multa la cual podría suponerle un gran bache a una compañía como la que es la empresa de Cupertino.
A pesar de que el CEO de Apple, Tim Cook y Donald Trump no se llevan demasiado bien, especialmente después de que Trump se negase a seguir el acuerdo de Paris en contra del cambio climático, parece ser que Cook apoya a al presidente en este caso, y más le vale si no quiere verse en serios aprietos.