Durante los últimos años, Samsung ha sido el rey de las pantallas OLED, ya que en la actualidad tiene la mayor parte del mercado de esta tecnología. Y no es para menos, ya que la tecnología OLED ha jugado un papel crucial en las pantallas de los terminales, convirtiéndose en una de las tecnologías más importantes, debido a sus altas características frente a las clásicas IPS.
En esta ocasión, Apple ha decidido dar el gran paso a esta nueva tecnología con el próximo terminal iPhone 8. Y aunque lo haga con algo de retraso respecto a la competencia, lo ha hecho como la compañía nos tiene acostumbrados: a lo grande.
Apple y LG podrían convertirse en los principales fabricantes de las pantallas OLED
Y es que como ya comentábamos ayer, LG ha decido trabajar juntamente con los de Cupertino para quitarle el trono a la compañía coreana Samsung, con una inversión cercana a los tres mil millones de dólares. Recalquemos que esta producción tendría lugar a partir del año 2019.
Este hecho abre una brecha de debate en el monopolio de las pantallas OLED. Por ahora, Samsung es el principal fabricante y el que más suministra al mercado, aunque esto podría tener una fecha de caducidad.
Sin duda, el acuerdo entre LG y Apple será crucial para el futuro de esta tecnología. Por una parte, Samsung no se podrá beneficiar del poder con el que disfruta ahora. Además, la colaboración conjunta entre LG y los de Cupertino podría dar lugar a un nuevo modelo OLED mucho más avanzado.
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Es muy difícil determinar a día de hoy, si las pantallas fabricadas por LG y Apple tendrán el triunfo que se espera, aunque cabe destacar que LG tiene un modelo flexible que estaría a punto de comercializarse. Es por ello que el futuro de los dispositivos móviles podría estar en mano de ambas empresas.
¿Conseguirá LG y Apple quitarle la posición a Samsung?