En numerosas ocasiones hemos comentado, ya fuera alabándola o bien criticándola, la imagen que Apple ha conseguido crear de sí misma. Si los de Cupertino han llegado donde están no solo ha sido por sus productos, sino que el marketing ha tenido bastante que ver en el éxito de la compañía, ¿quieres saber cómo? Quédate estas líneas conmigo y te lo cuento con todo detalle.
Marketing: la clave del éxito del Apple
¿Cómo se logra pasar de unos chicos creando ordenadores en un garaje a ser una de las mayores empresas del mundo? En parte, su éxito se lo deben a sus productos. Sin embargo, un dispositivo tan emblemático como fue el iPhone no habría supuesto el mismo impacto si el gran Steve Jobs no se hubiera ganado a la audiencia tecnológica mucho antes.
Y no, no se la ganó solamente a base de buenos ordenadores, o de innovación. El marketing jugó una pieza fundamental en el crecimiento de la firma de los de Cupertino desde el minuto cero. Tal fue la importancia del marketing que no solo ha hecho una de las más grandes empresas, ha creado lo más parecido una religión que hemos visto en este mundo.
Y es que detrás de Apple hay mucho más que simples consumidores, más que usuarios recurrentes. Hay un culto, una religión, lo que llamaríamos un fanboyismo extremo. Hay fans que darían todo por un producto de la marca, que justificarían una y otra vez las decisiones controvertidas que hemos visto en sus últimos productos. Y detrás de estos fans encontramos tres claves, tres secretos que han ayudado a crear la imagen de la gran Apple.
La primera de ellas es la exclusividad. Nos han metido en la cabeza una de las mejores campañas de marketing del mundo. El iPhone es exclusivo. Ningún terminal con Android está a su altura. Gracias a esta simple frase, los iPhone se venden, literalmente, como churros. Y si no, pregúntaselo a todos tus conocidos que lo tengan.
La segunda clave que ha ayudado a crear esta legión de fans son los propios fans, y es que Apple no necesitaría un solo anuncio para que comprásemos sus productos. Esto sigue una simple lógica, si yo veo que muchas de las personas de mi círculo tienen un iPhone, ¿cómo no voy a comprármelo yo?
Y, aunque no la necesitan siquiera, la publicidad es la tercera y más importante clave. Apple aquí, Apple allí, tenemos a Apple hasta en la sopa. ¿Quién no ha visto uno de sus anuncios en la televisión, en las marquesinas del transporte público o en Internet? A buen seguro son de las estrategias más útiles para promocionarse, pero no conseguirían la misma eficacia sin un programa de mailing masivo. En el caso de la firma californiana, son los emails a los clientes informando de nuevos productos y demás promociones los que consiguen un gran volumen de ventas, y es que si sabemos que hay un modelo más nuevo que el nuestro, ¿cómo nos íbamos a poder resistir a él?
