Aunque iOS no es una plataforma pensada inicialmente como entorno de juego, el hecho es que es la que más ingresos aporta, con muchísima diferencia, a sus desarrolladores. Además, también es la que títulos de mejor calidad y diversidad tiene de todas. Es más, genera más dinero que la PS Vita y la Nintendo 3DS juntas, que se dice pronto.
Este dato no sería para tanto si no fuera porque estas dos últimas son plataformas especialmente dedicadas para jugar, mientras que iOS es un sistema operativo móvil para iPhone, iPod touch y iPad. La jugada de Apple y las desarrolladoras de iOS es que los juegos se compran por pocos euros, son de mucha calidad e incluso tenemos títulos de la talla de Real Racing 3 o FIFA 14 que son gratuitos.
Así es normal que la gente que tiene una PS Vita o una Nintendo 3DS no compre tantos juegos teniendo que desembolsar 40 euros de media por cada título. Y todo esto que os estoy contando no es que me lo haya sacado yo de la manga, sino que lo atestigua un estudio de IDC, que han hecho en colaboración con el blog de App Annie.
El análisis se ha hecho en el entre el Q1 y Q2 de este 2013, y ofrece un desglose de cómo los consumidores gastan el dinero en sus juegos para dispositivos móviles. Así se aprecia en la gráfica superior como el mercado móvil se lleva todos los ingresos de manera mayoritaria, siendo incluso Android –una plataforma minoritaria de juego– capaz de comerse el mismo pastel que Sony y Nintendo juntas. Aquí tenéis algunas de las claves de estas ventas:
– Las ventas en Google Play sobrepasaron a las de consolas en el segundo cuatrimestre de 2013. – Los usuarios que compraron juegos en la App Store y Google Play combinados, superan x4 a los de consolas portátiles. – Las mayores ganancias de Google Play en juegos vienen mayoritariamente de Asia, especialmente de Japón y Corea del Sur.
Si queremos leer el informe completo, tendremos que registrarnos en su web y nos lo enviarán por correo, pero estas son las conclusiones en resumidas cuentas del panorama actual de consolas portátiles.
