Después de unos cuantos años, se ha convertido en algo normal utilizar teléfonos con pantalla táctil, dejando atrás las teclas físicas. Ahora están intentando ir un paso más allá en Alemania, donde están trabajando en un sistema capaz de reconocer acciones sobre el teléfono sin tener que tenerlo en la mano.
En realidad, lo que estaríamos controlando es un teléfono invisible formado por la palma de nuestra mano, utilizando el dedo de la otra mano para controlarlo. Para ello, una cámara sería la encargada de recoger toda la información y movimientos. El equipo de estudiantes encargado del proyecto se ha valido de un Kinect para XBOX 360 conectado a un ordenador, y funcionando con una aplicación especialmente diseñada para la tarea. La efectividad es del 80% en el reconocimiento de los gestos.
Los resultados son espectaculares sin duda, la utilidad real no tanto. Principalmente porque necesitaríamos una cámara en nuestra cabeza que recogiera los movimientos de nuestras manos para enviar al teléfono. Quizás en un futuro bastante lejano aún, la nanotecnología consiga convertir a nuestros ojos en esa cámara, comunicándose directamente con el teléfono. Pero a día de hoy, eso es ciencia ficción.
Las utilidades prácticas serían gestiones simples como reproducir una canción o realizar una llamada, todo esto sin tener que sacar el teléfono del bolsillo. En el vídeo que hay a continuación se puede apreciar cómo funciona el invento: