Me acuerdo cuando Steve Jobs presentó el primer iPhone:
De vez en cuando aparece un producto revolucionario que lo cambia todo.
El iPhone cambio la manera de entender el smartphone y cambio los stylus por los dedos, las teclas por unas de virtuales, la forma de navegar… En definitiva, la manera como usábamos hasta el momento nuestro teléfono móvil inteligente. Steve Jobs tenia esta manía, la forma en que interactuávamos con nuestros dispositivos tenía que ser la más natural posible. Mucho ha llovido desde que se presentó el iPhone original: 3G, cámara, pantalla, potencia, bateria y por supuesto la succesiva mejora de iOS, una de las claves del éxito.
Ahora estamos en un punto en que la industria en general va dando vueltas en lo mismo: procesador dual, en breve quad, más RAM, más megapíxeles, más pixeles en pantalla, menos gasto de batería a cambio de una duración más larga, menos peso… Todo lo que queráis, pero y el software? Esta es, como os decía, una de las claves. Y a mi parecer (no controlo mucho como está ahora el tema Android) iOS tiene que mover ficha, más allá de nuestra imaginación.
Tiene que volver a revolucionar la forma con la que interactuamos con nuestro dispositivo. ¿Y como interactuamos las personas?: hablando. La revolución podría estar en que el nuevo iPhone (y almenos el iPhone 4 también) incorpore un nuevo sistema de reconocimiento de voz. Pero si el nuevo sistema es como el que llevan los Nokia desde hace años, de reconocimiento de comandos básicos como “Llamar Pilar” o alguna cosa por el estilo, que se queden donde están.
La revolución estaría en: “Dos entradas para ver Pa Negre en Tarragona”, y que al instante hiciera la búsqueda, y como mucho, solo hiciese falta confirmar el pago. Otro ejemplo: “Mesa para dos en el restaurante tal”. ¿Entendéis por donde voy? A parte de las órdenes evidentes: llamar, enviar mensajes de voz a texto (quien dice mensajes, también dice tweets), y otras tareas básicas.
Y como anuncia la convocatoria: ”Let’s talk iPhone”, “Hablemos del iPhone”. ¿Hay una evidente relación no? Pero sinceramente, me quedaría un poco defraudado si esta es la gran revolución que va a marcar la pauta del próximo año, normalmente no tengo por costumbre hablarle a las cosas. Si es verdad que con este movimiento Apple se desmarcaría de la competencia (un sistema como este es difícil de desarrollar) pero, ¡dános algo más, Tim Cook!
Yo este tema lo veo muy complicado. Me parece muy natural andar por casa haciendo mis tareas y decirle a mi Mac: “Me gustaría oir el último single de Black Eyed Peas”. Si la canción empezara a sonar, eso sí sería una verdadera revolución.
Pero… ¿estar en el bus y decirle a un iPhone: “Mándale un mensaje a mi hermana para avisar de que llego tarde a cenar”? ¡Ni de broma! ¿Qué pensaría la gente de mí? Que estoy loco y hablo solo. Es como el tema de la videollamada: en la intimidad de tu hogar a veces es mejor que una llamada de voz, pero en la calle no.
A veces no se trata de lo que puede llegar a hacer la tecnología por nosotros, sino lo que realmente queremos que haga.