Todos conocemos las constantes luchas de patentes que se llevan a cabo entre las grandes compañías. En los últimos meses están a la orden del día: Apple contra Samsung, Samsung contra Apple, Motorola contra Apple… Y vuelta a empezar. Para hacernos una pequeña idea de cómo está la lucha de patentes, podemos ojear la imagen que hay al principio, creada por Reuters, aunque os recomiendo que no miréis mucho, porque podéis mareados con tanta linea cruzada.
Las últimas noticias de esta guerra, que nos llegan de manos de TUAW, nos dicen que Motorola a puesto contra las cuerdas a Apple, al menos en Alemania, donde un tribunal de Mannheim dictaminó que los de Cupertino habían violado una de las patentes de Motorola relacionada con el 3G. Este veredicto podría hacer que se prohibiesen todos los dispositivos de Apple anteriores al iPhone 4S, incluyendo los modelos de iPad 3G y todos los iPhone. Una manera de evitar esta prohibición sería llegando a un acuerdo con Motorola para que esta “compartiese” las patentes con Apple. Otra manera, aunque mucho más improbable, sería cambiando el diseño de los futuros dispositivos.
Seguramente Apple apele esta sentencia, ya que está tratando de invalidar varias patentes (entre ellas algunas que tienen relación con el 3G) en un Tribunal Federal de Patentes de Munich. Si ganase esta apelación, la victoria de Motorola sería una ilusión, quedando de nuevo en una posición de desventaja ante Apple. De momento puede enorgullecerse de ser una de las pocas empresas que ha sido capaz de ganar a Apple en los tribunales.
Y yo me pregunto: ¿No sería más productivo para las empresas y más beneficioso para los usuarios que todos llegasen a un acuerdo económico? Ellos no tendrían problemas a la hora de fabricar y vender sus productos y nosotros no tendríamos que estar escuchando tantas historias de batallas legales que, sinceramente, empiezan a ser un poco “cansinas”.
Estas empresas deberían gastar sus dineros (que salen de nuestros bolsillos) en contratar ingenieros que mejoren sus productos, y no en pagar abogados que no hacen nada por el avance de la tecnología.