The New York Times publicó, ayer por la noche, un extenso informe de siete páginas detallando el fracaso de Apple para desarrollar unas condiciones de trabajo más seguras en sus plantas de fabricación en el extranjero.
Nosotros sabíamos de las malas condiciones que sufren los trabajadores dentro de las fábricas que suministran a Apple, como son las empresas de Foxconn y Wintek, pero pensábamos que esa situación iba a ir a mejor. Sin embargo, citando el pasado y a actuales ejecutivos de Apple, el New York Times presenta un panorama sombrío en los esfuerzos de Apple para mejorar las terribles condiciones de estos trabajadores en cadena… que al parecer todo se puede resumir en que Apple siempre solicita un altos margen de beneficio a una rápida producción, y eso produce una gran presión sobre los fabricantes.
Pongamos un ejemplo, Apple acaba de terminar el trabajo sobre un nuevo producto y está listo para iniciar su construcción en cantidades masivas. Se va a un fabricante y le dice: “Necesitamos 10 millones de unidades de este producto, construido en 26 días. Y mejor que no nos cueste más de 50 millones de dólares.”
Apple pide lo que parece imposible de sus fabricantes y por lo tanto, los fabricantes obligan a sus trabajadores a trabajar 60 horas a la semana y escatiman en los procedimientos y protocolos de seguridad, perjudicando claramente a los trabajadores. Entre otras, esto ha dado lugar a dos grandes explosiones en las fábricas durante el año pasado, provocando un numero de empleados muertos y un sinnúmero de lesiones.
Para ser justos, Apple se limitó recientemente unirse a la FLA (Fair Labor Association), y parece ser que realmente se han comprometido de hacer las cosas mejor. Sin embargo, algunos podrían argumentar que simplemente no es lo suficientemente.
Estamos tratando muy duro para hacer las cosas mejor, dijo un ex ejecutivo de Apple. Pero la mayoría de la gente todavía estaría muy perturbada si no hubiese visto un nuevo iPhone.