Hace escasas 48 horas os traíamos las fotos de la supuesta filtración de la carcasa trasera del próximo iPhone. Muchas de las opiniones recibidas desembocaban en la palabra fake, aún hay gente que sobrevive a la marea de rumores e intenta no dejarse llevar. Sin embargo, para bien o para mal, esa marea está ahí. A medida que se acercan los meses clave como junio y octubre, la fuerza y cantidad de los rumores aumenta. No sé que os parecerá a vosotros, pero yo aprendí desde la espera por el iPhone 3GS que simplemente es mejor observar.
A pesar de lo dicho anteriormente mi trabajo es informar, y eso hago, rumor a rumor, filtración por filtración. Hace pocas horas, un blog sobre Cydia sacaba a la luz una foto. Esta foto mostraba los planos detallados de la parte frontal del supuesto iPhone 5. Como ya podíamos deducir de la carcasa trasera, se observa un claro aumento de la pantalla, llegando a las 4 pulgadas y un aspecto 16:9. También podemos comprobar que la cámara frontal ha cambiado de posición (y espero que de calidad…), ahora se sitúa justo encima del altavoz de escucha durante las llamadas. En cuanto a medidas, a pesar de no haber ningún dato concreto, algunas páginas especializadas calculan que podría llegar a los 122 milímetros de altura, siendo de esta manera 7 milímetros más alto que el iPhone 4S.
¿Cómo se os queda el cuerpo? Estoy seguro que esta noticia nos dividirá a la mayoría. Cada rumor relacionado con el cambio de tamaño de la pantalla del iPhone logra ese efecto. En mi caso particular he de confesar que estoy en el bando que reniega de un cambio de tamaño. ¿Por qué? Simplemente porque creo que 7 milímetros no valen la pena. Si de algo puede presumir Apple, es de una fragmentación casi nula. El nuevo iPad ya ha demostrado que disgusta bastante la idea de varías resoluciones y tamaño de aplicaciones. Creo sinceramente, que el iPhone no necesita esto, y mucho menos si es a costa de perder densidad de píxeles en su pantalla retina.
Hasta donde yo sé, aumentar el tamaño no implica pérdida de densidad, sino aumento del número de píxeles, en este caso a lo alto.
Al final va a ser verdad la fragmentación que va a provocar una pantalla más ancha, y lo horrible que lucen las apps horizontales a 16:9.
Otra cosa de la que tengo miedo es del conector miniDock. Si quieren cargarse el actual por algo más pequeño, que al menos opten por el microUSB, aunque eliminen la compatibilidad de millones de accesorios desarrollados en más de diez años.