Teddy Worcester, el niño que enfadó a Apple

COMPARTIR 0 TWITTEAR

En este artículo encontraréis la historia de Teddy Worcester. Hace unos años hubo un niño, un crio, que con un poco de iniciativa y algo de ganas logró lo que la mayoría no logra. Gracias a una idea, el joven Teddy creó de la nada la cantidad de $65.000. Por el camino vivió numerosas experiencias y logró enfadar a la mismísima Apple. ¿Quieres saber cómo?

En España nos quejamos (demasiado) de la situación económica. Todos los días, a todas horas, en cualquier lugar, no paro de escuchar conversaciones de lo mal que está el país. A la gente le cuesta mucho salir adelante, no estamos conformes con la sanidad que tenemos o el estado de bienestar en general que hemos podido disfrutar desde hace años. Y a todo esto yo digo lo siguiente, falta iniciativa, no hay chispa, nos quejamos demasiado y no nos paramos a pensar como podemos innovar y salir del bache.

¿Demasiado politiqueo para un artículo de Applesencia, verdad? Puede que sí, tan sólo quería introduciros a la idea de que la clave para resolver una situación, está en nuestras cabezas. Y si no estáis de acuerdo conmigo, voy a contaros una historia que ha salido recientemente a la luz.

iphone 11

Os hablaré de Teddy Worcester, un chico común, criado en Maine (Estados Unidos). Se podría decir que se parece mucho a ti y a mí, pero tiene algo que le diferencia un poco, bueno, quizás mucho, del resto de nosotros. Cuando aún era un crío, un teenager que se dice por allá, Teddy descubrió que su iPod de tercera generación se había estropeado. Para el joven de Maine esto fue una gran tragedia, la música significaba mucho para él; y es que yo tampoco me imagino mi día a día sin estar acompañado de mi pequeña banda sonora personalizada. El chaval de 15 años, en vez de quejarse o llorar dinero (que no tenían) a sus padres, optó por la acción más directa: repararlo por su cuenta. Gracias a Internet, pudo recopilar manuales y tutoriales. Logró cambiar la placa base del iPod sin perder las canciones que tanto le gustaban. Todo un triunfo para alguien de su edad.

¿Ya vais viendo por donde van los tiros, a que sí? Si sois usuarios de Apple, es probable que alguna vez se os rompiera algún dispositivo. Como bien sabéis, los de Cupertino no lo ponen nada fácil a la hora de pedir los repuestos y la reparación, muchas veces, supone prácticamente el mismo desembolso que adquirir uno nuevo. El avispado Teddy no tardó en darse cuenta de la ecuación. Mente despierta, conocimientos y eBay. Lo mezclamos todo, le añadimos un poco de ese famoso “de boca en boca” y voilà, la gallina de los huevos de oro se había mudado a la habitación del joven Worcester. Poco a poco Teddy comenzó a tener más clientes, y por tanto la necesidad de comprar nuevas piezas aumentaba. En su blog nos cuenta que comprar piezas en eBay resultaba demasiado caro, el margen de beneficio no era rentable. ¡Eureka! Debió exclamar este pequeño gran hombre; comenzó a comprar iPod rotos a granel, de esta manera y con mucha maña, logró aprovechar las piezas usables de la mayoría de ellos. Vendiendo algunas por eBay y aprovechando otras en sus reparaciones, Teddy comenzó su pequeño imperio.

Reparando iPod Classic

De esta manera señores, un chaval menor de edad, que ni siquiera podía sacarse una cuenta PayPal; pudo amasar ni más ni menos que $65.000. ¿Entendéis ahora por qué hacía tanto hincapié en lo de “menos quejarse y más pensar”?

No acaba aquí la historia, los tiempos cambian y obviamente, los aparatos también. Las siguientes generaciones del reproductor de Apple, nano o mini cada vez eran más compactas. Todo estaba más integrado y esto para Teddy era un problema, pues las reparaciones eran mucho más complejas. Para que esta historia pueda seguir, el genio de Maine no debe rendirse, y así fue. Worcester comenzó a hacer algo que supondría la continuación y el final de su aventura como emprendedor.

Empezó a comprar iPod en garantía, de alguna manera ya había desarrollado habilidades comerciales muy agudas. Lograba que la gente le vendiera sus aparatos rotos a pesar de que aún estaban cubiertos para la garantía oficial de Apple. De esta manera, y pagando sólo los gastos de envío, Teddy lograba reproductores totalmente nuevos. Pero como dicen por aquí, no muerdas la mano que te da de comer. Esta era posiblemente, la acción más lucrativa que Teddy había realizado y es por ello que Apple no tardó en darse cuenta de la artimaña.

Varias generaciones de iPod

Por este entonces, Worcester ya iba a la universidad que él mismo se financiaba gracias a su pequeña empresa. Era un adolescente bastante proactivo y autosuficiente, hasta que una mañana su madre cogió el teléfono. Al otro lado estaba un abogado de Apple, sin identificarse dijo lo siguiente:

No te digo esto como una autoridad sino, por así decirlo, como una figura paterna: tienes que dejar de hacer lo que estás haciendo.

Si, damas y caballeros, Apple también amenaza. Con unas líneas muy suaves y cuidadas como sus ordenadores, pero una amenaza al fin y al cabo. No se hasta que punto tenemos tan mitificada la marca, como para que algo así nos sorprenda. ¿Qué necesidad tiene una empresa que acumula tantos millones de hacer esto? Sin entrar en el debate de la propiedad personal, y es que sin duda alguna, con lo que es mío, hago lo que quiero; no puedo evitar enfadarme.

Esta llamada supuso un punto de inflexión en la vida que llevaba Teddy. A pesar de dejar sus actividades con los iPod, Teddy Worcester no se iba con las manos vacías. Las cosas que vivió desde los 15 años le han servido para adquirir un bagaje muy importante. Ahora Teddy estudia empresariales en una importante universidad de Massachusetts, compaginando estos estudios con un teletrabajo para una empresa de marketing en San Francisco. Cuando acabe los estudios piensa mudarse a Silicon Valley. Y es que como ya decía alguien muy conocido por todos nosotros:

Stay hungry stay foolish.

Bravo Teddy.

Archivado en Amenazas, Innovación, iPod, Reparaciones
COMPARTIR 0 TWITTEAR

Comentarios (19)

Usa tu cuenta de Facebook para dejar tu opinión.

Publica tu opinión usando tu cuenta de Facebook.

Otras webs de Difoosion