Hoy en este artículo vamos a tocar los dos temas que en la actualidad tienen a Apple como protagonista, o al menos los más comentados. Por un lado las novedades que parece va a introducir el próximo iPhone y que parece ser será presentado en septiembre. Por otra parte, el tema de patentes y demás registros de los que quiere hacer uso Apple en sus productos con el fin de defenderse de ataques de la competencia (leáse Samsung)
Así algunos medios se han hecho eco de una interesante noticia. Al parecer Apple piensa usar para la pantalla del nuevo iPhone una tecnología que integra la detección de elementos en la superficie táctil con los circuitos de la pantalla para crear un panel más delgado y ligero.
Con el número de patente 8.243.027 y denominada pantalla táctil de cristal líquido se refiere a los métodos empleados y que en esta ocasión aparecen integrados dentro del mismo panel LCD. Se logra así integrar circuitos en la superficie táctil. Y es novedad porque normalmente estos sensores se encuentran separados de dicha capa táctil, lo que hace que el grosor del panel sea mayor. Con esta nueva patente se trata por lo tanto de eliminar el llamado “cemento de unión”. Mediante la combinación del cristal líquido y los elementos táctiles, tenemos todo en una sola estructura. Esta es la explicación que aparece en la patente:
La integración de la estructura en capas de un LCD y un sensor táctil permite obtener una serie de beneficios. Esta integración puede incluir la combinación de estructuras en capas mencionadas anteriormente. La integración puede incluir la eliminación de estructuras redundantes y / o la identificación de doble propósito (uno para la función táctil y otra para la función display). Esto puede permitir la eliminación de algunas capas, así como para reducir el coste y el espesor de una pantalla LCD táctil, así como simplificar la producción.
En una pantalla tradicional y citando a AppleInsider el brillo y los colores se obtienen mediante el uso de una película con micro transistores que se coloca adherida a los paneles de vidrio. Los transistores luego cargan el cristal líquido cambiando la orientación para permitir la transmisión de luz, así como para obtener el color buscado y el brillo para cada pixel.
Aparte de un adelgazamiento este proceso permite abaratar y simplificar la producción, algo que en Sharp, que es el suministrador de pantallas para el próximo iPhone ya dan por hecho. Podemos estar así ante la rumoreada tecnología in-cell de la que ya llevamos tiempo oyendo hablar y que permitiría aumentar el tamaño de la pantalla sin aumentar el peso de forma significativa.
Excelente lo de las nuevas pantallas , pero más me gusta la unión de Sharp y Apple espero que esta asociación o unión ¿Quien sabe? de lugar a muy buenos productos y le den una lección a Samsung.