No es ninguna novedad el hecho de que Tim Cook no tiene el carisma necesario para llenar el escenario con su presencia con la habilidad que lo hacía Steve Jobs. En el vídeo que se muestra arriba podemos ver una de las keynotes con el público más eufórico de toda la historia de Apple, en la presentación del primer iPhone.
Aunque a nivel empresarial seguramente se podría afirmar que tiene más cabeza que el alocado de Steve, en el escenario no había nadie que pudiera igualarle. Esa pasión, ese entusiasmo, el creerte lo que estás diciendo.
Y todo esto viene a cuento de que faltan dos días para que Apple presente su nuevo iPhone y que el maestro de ceremonias, si todo sigue ante lo establecido será Tim Cook.
El problema viene por la reacción del público. El “nuevo” iPhone no va a ser una novedad porque ya todos sabemos cómo es. Para colmo, el diseño es peligrosamente similar al de sus hermanos iPhone 4 y 4S, y la gente está ya cansada del continuismo de Apple. Si a eso le sumamos que Tim Cook no es capaz de venderte un excremento como si fuera algo increíble y mágico –cosa que sí sabía hacer Steve Jobs–, podemos esperar una importante caída en bolsa de Apple y a miles de fanboys enfurecidos destrozando tiendas Apple Store.
Parece ser que Apple no se da cuenta que los Android de gama alta ya no están a años luz del iPhone, que la competencia se ha puesto las pilas y que la gente quiere novedades importantes. El iPhone 5 va a ser lo mismo de siempre con iOS 6, que también es lo mismo de siempre. Pero en la situación actual necesita ser todo radicalmente distinto, tiene que oler a nuevo.
Pero no tan nuevo como para desconcertar a tus usuarios y dejarlos KO de un golpe. Esa es la explicación por la cual Windows Phone no despega y Windows 8 va a ser un fracaso para los usuarios de a pie. Que Android y iOS compartan tantos conceptos los convierte en los reyes del mercado. Así pues, iOS necesita un soplo de aire fresco sin dejar su esencia de lado.
Estamos acostumbrados a tener portátiles y ordenadores de sobremesa con el diseño inalterado durante cuatro o cinco años, con pequeñas actualizaciones de procesadores y rendimiento. Pero en dispositivos móviles, el mercado nos ha acostumbrado a que queremos un modelo completamente nuevo todos los años, y la competencia lo hace. Si en Cupertino quieren seguir a la cabeza, ellos también tienen que ofrecérnoslo.
Me da igual que los de Samsung sean de plástico del malo, pues tú me lo das de cristal y aluminio, y bien diseñado. Apple es la empresa tecnológica con más dinero y poder del mundo, tienen la capacidad logística para esto y mucho más. Cuando la competencia es ridícula, está bien vivir en una burbuja; cuando están rodeándote por todos lados como espermatozoides sedientos por tu puesto número uno es mejor echar un vistazo ahí fuera y ver cómo está el panorama para mejorar y volver a ser los mejores.
Gran artículo Diego, verdades que necesitan ser dichas.
Muy cierto… como muchos estoy a la espera de confirmar que el que presente Apple sea como el de los rumores; para saltar de mi actual iPhone 4 a un Galaxy Nexus; ya que no me agrada para nada el “nuevo iphone” que trataran de vendernos.
Es muy cierto y conociendolos de orgullosos q son los de la manzanita, lo veo muy dificil q cambie el tamaño del iPhone y el cambio radical de su sistema, pero como ya no esta steve, quizas cambien de parecer, saludos.