Cuando empecé a escribir este artículo, mi idea era hablar del nuevo iPhone 5, de las buenas características que tiene, de lo que adolece, de qué es lo que me gusta y qué lo que no… pero me di cuenta de que este es un tema que ya está muy pisoteado, del que se ha hablado en tantas ocasiones que ya satura la red de forma alarmante.
Entonces empecé a recordar cómo era Apple cuando yo empecé a moverme por ese mundo, y pensé en escribir mis opiniones sobre los cambios que ha realizado esta empresa californiana, cómo ha movido el mundo a su favor, cómo ha conseguido que millones de personas de todo el mundo estén expectantes a sus keynote para ver con qué nuevo producto nos asombra a todos. Y entonces me di cuenta de que esta era la Apple de Steve Jobs, no la que estamos viendo en la actualidad.
Y entonces empecé a pensar en qué hace que una empresa sea seguida por millones de personas, qué es lo que tiene Apple para mover masas de gente de todo el mundo, cómo consigue que millones de usuarios estén contentos con los productos que vende, aunque muchos de ellos piensen que existen productos mejores… y me llegó la idea del diseño.
Apple lleva guiándose por su instinto a la hora de diseñar cosas desde que yo la conozco. El iMac fue un éxito porque casi nadie había intentado fabricar un ordenador sencillo, compacto, silencioso y efectivo en un solo “paquete”. El MacBook Air aplastó a la competencia por su precio y porque nadie había conseguido construir un ordenador tan delgado que funcionase a esa velocidad. Ahora de nuevo ha llamado mi atención con algo tan increíble que pienso: cómo no lo ha pensado antes nadie.
No, no hablo del iPhone 5. Seguro que todos los que me leéis sabéis mi opinión: un teléfono continuísta, con buen diseño, pero más característico de Samsung que de Apple. Pero como decía, no voy a hablar del iPhone en este artículo. Lo que me sorprendió mucho por el espectacular diseño y sencillez son los nuevos auriculares de Apple, los EarPods.
No se la cantidad de años que existen los auriculares de este estilo, tan solo se que mi abuelo tenía una radio cuando yo era muy pequeño que ya tenía un pequeño auricular para escucharlo. En aquella época, la forma no importaba, siempre que se escuchase. Recuerdo que eran como una seta, con una cabeza gorda y una extremidad más pequeña que es lo que entraba en el oído. No se oía bien, pero era suficiente para un momento.
Desde entonces, los auriculares “de botón”, como yo los llamo, apenas han sufrido cambios. Todos los fabricantes los hacen de la misma forma y tamaño, cambiando ligeramente el diseño y color para personalizarlos, pero muy pocos son los que han variado la forma. Hasta que llega Apple y nos sorprende con unos auriculares extracómodos, con una gran calidad de sonido y un diseño completamente diferente de lo normal. Esa es mi Apple, la que he estado siguiendo por mucho tiempo, aunque me haya estado decepcionando últimamente.
Ese cambio de diseño es lo que los seguidores quieren, algo rompedor, que sea diferente del resto, que los de Cupertino sigan su propio camino y los demás vayan detrás, no seguir a la competencia porque el público inexperto lo quiera. Los nuevo seguidores apenas conocen la historia de Apple. Solo compran sus productos porque son cool, sin saber la historia que encierran detrás. No pueden tener buena opinión de lo que deberían fabricar, porque en la menor oportunidad se pasarán a la competencia por lo bonito, nuevo o cool que sea el teléfono que acaban de mostrar.
Si la empresa de la manzana mordida sigue el camino de los Earpods en todos sus productos seguro que tendrá mucho éxito, porque tendrá contentos a todos sus seguidores, que lo único que quieren es que Apple siga siendo la empresa rebelde que siempre hacía lo que le daba la gana sin importar los números de las ventas. Si vuelve a ese camino le auguro una vida larga. Si no… esta vez no estará Jobs para reflotarla.
Totalmente de acuerdo Axel!