El pasado mes de marzo, Apple anunciaba su intención de pago de dividendos así como el inicio de un programa de recompra de acciones. ¡Por fin ha llegado el día! Hoy todos los accionistas distribuidos a lo largo de todo el planeta recibirán su recompensa. Existen un total de 940.692.000 participaciones en circulación, las cuales se encuentran en poder de los inversores más diversos.
Así, la posesión de cada uno de estos títulos representativos del capital de la empresa proporciona a su titular el derecho a percibir 2,65 dólares, independientemente de si te encuentras en EEUU o en España. Pero en realidad, ¿de qué estamos hablando? Los resultados en términos ecónomicos de la empresa han alcanzado unos niveles tan satisfactorios que ha llegado el momento de recompensar al inversor. Sin embargo, desde el máximo que se alcanzó en el mes de septiembre de 705,07 dólares por acción han iniciado una estrepitosa caída de más de 200 dólares y yo me pregunto ¿se volverá a los valores de hace un año, en los que cotizaba a poco más de 350 dólares?
Muchos podréis pensar que el beneficio de un inversor en bolsa, ya sea en la nacional o en una extranjera como el caso que nos ocupa, se encuentra en comprar acciones de una empresa baratas y venderlas más caras en un periodo de tiempo relativamente corto. Y, efectivamente, esto puede ser así, pero no es el único caso. También hay inversores que creen en un proyecto empresarial, en sus posibilidades de generar beneficios tanto presentes como futuros, y en unos pagos a cambio de su inversión más o menos constantes. Poniendo un ejemplo sencillo, sería como el que invierte en un piso, para luego alquilarlo y cobrar mensualmente un alquiler.
Es evidente que este no ha sido el caso de Apple, nadie podría vivir de las rentas de sus dividendos, de hecho practicamente de ninguna empresa. Tras estos diciesiete años de espera, hay que creer muy fuertemente en su proyecto empresarial y tener mucha paciencia para mantener la esperanza de que se llegasen a repartir beneficios en algún momento.
De todos modos, los inversores de Apple son muy selectos, no hay que olvidar que el precio actual de cotización de la acción es muy elevado -a cierre del 15 de noviembre, último día de cotización, son 536,88 dólares por título-, lo que limita mucho a quienes tienen acceso a especular, ya sea a corto o a largo plazo, con la de Cupertino. Aunque estoy convencida de que hay mucho creyente que ha hecho el esfuerzo de comprar un pequeño puñado de acciones y que las mantiene como su mayor tesoro -y con toda la razón, un par de acciones son la nómina de un mileurista-.
Total, que el desembolso que se está realizando hoy asciende a un total de dos millones y medio de dólares, que se dice pronto. Y es que el beneficio obtenido en su último año -que se cierra en octubre- ha alcanzado los 36 billones de dólares. Visto así, los 2.500 millones que se reparten son pecata minuta ¿verdad?
Quería comentaros una cosa, por si sois de esos del puñado: esos 2,65 dólares por título son brutos. Es decir, no es lo que váis a cobrar. La hacienda americana tiene estipulada una retención del 15% sobre este importe, lo que quiere decir que se os ingresaría una cantidad de 2,25 dólares por valor. Ahora bien, además de aplicarles el tipo de cambio correspondiente, esta cantidad todavía está sujeta a una segunda rentención, en este caso la correspondiente a la hacienda española, del 21%. Ahora bien, parece que ha habido un cambio en la práctica y este último porcentaje, se aplicará a los 2,25 dólares en lugar de sobre los 2,65 dólares. ¿Cuánto cobraréis? Pues 1,779 dólares por acción, lo que son 1,124 euros por título. Pero no os preocupéis, en principio la parte correspondiente a la retención española podréis recuperarla a través de la declaración de la renta de 2012, en junio del año que viene.